Los expertos abogan por duplicar el precio del tabaco

Los líderes en la prevención del tabaquismo no se cansan de repetir que España es «el estanco de Europa». La baja fiscalidad es un aliciente para que nuevas hornadas de fumadores ensucien sus pulmones. El presidente del Comité Científico del Congreso, José María Martín Moreno, fue muy explícito en la consideración que le merece el tabaco. «Es un veneno en nuestra sociedad». «Debemos aspirar a una generación libre de tabaco y sabemos cómo podemos hacerlo. Es vergonzoso que en España los impuestos del tabaco sean menores que en otros países», sentenció.

La batalla contra el tabaquismo está estancada en España. La ley contra la adicción data de 2005 y su modificación, que trajo consigo la prohibición de fumar en bares y restaurantes, se aprobó en 2010. El Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 no acaba de ver la luz. La pandemia y otras urgencias de salud pública postergaron su alumbramiento, pero también las autoridades sanitarias no parecen darle prioridad al asunto. Está por ver si la próxima presidencia de la UE por parte de la UE suponga un impulso a las políticas antitabaco.

La ley española, que fue modelo para otros países, ha envejecido muy rápido. Han irrumpido nuevos problemas y el cigarrillo electrónico ha hecho que los más jóvenes se inicien en el hábito de forma precoz. Los dirigentes del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) propugnan que el nuevo texto sea más ambicioso, de manera que se amplíen los lugares sin humo y no se pueda fumar ni en terrazas ni en el interior de los vehículos. Otro paso importante pasa por dotar de «neutralidad» a las cajetillas con el fin de que desaparezcan las marcas.

En Europa, el llamado tabaco digital campa a sus anchas. Como dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, que participó en el acto a través de videoconferencia, conviene poner coto a los vapeadores y demás artilugios que arrasan entre la juventud. «Con una prevalencia de consumo de cigarrillos electrónicos de aproximadamente el 25% entre los jóvenes y que aumenta en Europa a un ritmo alarmante, las generaciones más jóvenes siguen estando expuestas a las consecuencias nocivas del tabaco». A este respecto, Europa presenta «la mayor prevalencia de fumadores adultos del mundo, que mueren de media 14 años antes que los no fumadores».

A la vista de las nuevas realidades, el Ministerio de Sanidad trabaja en la aprobación de un decreto que satisface una vieja reivindicación de los especialistas, la introducción del empaquetado genérico de cajetillas. El titular de Sanidad, José Miñones, también pretende afinar en la reducción del cigarrillo electrónico, medida que avanzó en la apertura de la conferencia. Aunque es un paso en la dirección correcta, el CNPT apuesta por medidas más ambiciosas, a la vista de que en España mueren más de 60.000 personas al año a causa del tabaquismo y que el 71,8 % de los niños menores de doce años respiran humo ambiental del tabaco.

Ramón Reyes alertó de que la situación es especialmente preocupante a edades tempranas. «Nueve de cada diez jóvenes españoles están expuestos al humo digital: fumar y vapear están de moda en redes sociales». Los estudios más recientes evidencian que el humo digital no es un medio adecuado para dejar de fumar. Sin embargo, una encuesta de la AECC revela que el 18% de los jóvenes usaba estas nuevas formas de consumo con ese fin y solo un cuarto había conseguido reducir su consumo de cigarrillos. Y mientras esto ocurre, el vapeo y el tabaco calentado son omnipresentes en la redes sociales y las plataformas de vídeo bajo demanda, canales a los que acceden los jóvenes con asiduidad.

El presidente del CNPT, Andrés Zamorano, deploró que la industria se dote de nuevos medios para introducirse en franjas de edad vulnerables: «Si la edad media del primer contacto con el tabaco convencional está a los 14 años, con los vapeadores y cigarrillos electrónicos estamos viendo cómo hay chicos que tienen su primer contacto con la nicotina a los 11 años o incluso antes». No por casualidad la visión negativa de los vapeadores está menos extendida que la del tabaco tradicional en las nuevas generaciones.

Muy incisiva fue la reina Letizia en la apertura del congreso. «El tabaquismo no es un hábito, es una enfermedad y debemos ayudar a las personas que la padecen», aseguró doña Letizia. «Consumir tabaco y los nuevos productos sin combustión provocan enfermedades muy graves», argumentó la Reina en esta novena edición del evento, que se celebrará durante los próximos tres días en el recinto ferial de Ifema (Madrid).