España sufrirá dentro de cinco años un déficit de 9.000 médicos

Como la proporción de niños se reducirá en años venideros a causa de la caída de la tasa de natalidad, mientras que la población mayor de 75 años crecerá, en el futuro harán falta menos pediatras y especialistas que traten enfermedades crónicas asociadas al envejecimientos y pacientes pluripatológicos. En este sentido, los médicos de familia, cuyo número es insuficiente, son los que sufrirán con mayor crudeza la parquedad de medios.

El año 2027 es el punto de inflexión. En esa fecha el déficit de médicos especialistas alcanza la cifra de 9.000, lo que supone un 4,6%. A partir de ese año se reduce la brecha, aunque áreas como medicina familiar y comunitaria, medicina del trabajo, inmunología, urgencias y emergencias, psiquiatría, análisis clínicos y bioquímica y microbiología son la que presentan déficits superiores al 10%.

Las especialidades de anestesiología y reanimación y radiodiagnóstico adolecerán de una escasez de entre el 5% y el 10%. Por citar un caso con problemas, el deficit de psiquiatras será mayor del 10% de los profesionales disponibles. Uno de los motivos es el limitado crecimiento del número de plazas MIR en los últimos años.

El mayor equilibrio entre oferta y demanda se plantea en especialidades como cirugía oral y maxilofacial, geriatría, oftalmología, oncología radioterápica, pediatría, medicina física y rehabilitación, medicina preventiva y salud pública y farmacología clínica. Estas parcelas ofrecen brechas entre la oferta y la demanda del -5% y al 5%.

Pediatría ha cambiado de tendencia. Mantenía unas proyecciones de déficit que en el modelo actual se tornan en equilibrio. La razón principal de tal estabilidad estriba en la caída constante de población en las edades de cero a 14 años, de casi un 20% entre 2021 y 2035 según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es la especialidad, tras medicina familiar, que más plazas de formación oferta anualmente y la que menos abandono sufre.

El informe revela que en junio de 2021 había 136.344 médicos trabajando en el sistema nacional de salud. El 31% de ellos pertenecen a atención primaria (42.114), el 59,5% a especializada (81.112) y un 9,5% a otras tareas (13.118), de los que el 80% trabaja en urgencias y emergencias, ya sea en hospitales o en centros de atención primaria.

Pese a la pandemia, el número de médicos se redujo un 1,77% entre 2018 y 2021. Por áreas, el reparto fue desigual: se registró un descenso del 2,14% en atención primaria y un incremento de casi el 6% en atención especializada. Desde 2007, la cifra global de médicos en la red pública aumentó un 33%, al tiempo que las mujeres acrecentaron su participación del 45% al 61% del total. Por lo demás, los facultativos han envejecido, de modo que los mayores de 60 años representan el 21%, en contraste con el 9,7% en 2007.

En el documento se constata la pujanza del sector sanitario privado en España, que ha vivido una década muy expansiva en lo que concierne a actividad y empleo. No en balde, el gasto sanitario privado alcanza ya el 29,5%, significativamente por encima de la media de la OCDE, que supone un 23,1%.

Por lo demás, se estima que el número total de profesionales activos en España asciende a 192.484, lo que presenta una ratio de 406,13 por 100.000 habitantes en 2021. El empleo correspondiente al sector privado supone en torno al 30%, con un incremento desde 2018 del 7%, frente a la caída del empleo público, que descendió un 1,7%.

A la vista de los datos, las migraciones de médicos desempeñan un papel poco relevante en términos cuantitativos. Así, en 2021 se homologaron 4.293 títulos de médicos, lo que hay que interpretar como la respuesta del mercado a la necesidad de facultativos, sobre todo desde 2019. En este sentido, España ejerce un atractivo para médicos latinoamericanos por cuanto no existe la barrera del idioma.