Endesa, Gas Natural y EDP, las empresas españolas que más contaminan

El estudio señala que entre las diez empresas más contaminantes -los cuatro últimos puestos los ocupan Viesgo, Cepsa, Iberdrola, Cemex y Cementos Portland- suponen casi dos tercios (65%) de las emisiones de los sectores energéticos e industriales de España en 2017. Estas instalaciones emitieron durante el año pasado, según el Observatorio, 136 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que supone un 10% más que en el ejercicio anterior. Si se tiene en cuenta al sector de la aviación -que entró en el mercado de emisiones hace seis años-, esa cantidad subiría hasta los 141 millones. Concretamente, las emisiones de este sector aéreo han aumentado desde 4,3 a 5,1 millones entre 2012 y 2017, lo que supone un incremento del 18%.

En cuanto a la diferencia entre un año y otro, Viesgo aumentó sus emisiones un 54% y Endesa en un 43%. El estudio señala que a pesar de las políticas de responsabilidad social y «los compromisos grandilocuentes» con el Acuerdo de París y de las «continuas campañas de publicidad de estas empresas en su lucha contra el cambio climático, la realidad es que han aumentado las emisiones, incluso en las que realizan políticas de márketing más agresivas en pro de la sostenibilidad y dicen tener una política más verde».

El Observatorio de la Sostenibilidad también señala que España es uno de los Estados europeos donde más crecieron las emisiones de gases de efecto invernadero desde fuentes fijas. La subida fue de un 10%, siete puntos por debajo de los vecinos portugueses. En cambio, Alemania, Dinamarca y el Reino Unido cayeron ese año y se mantuvieron en Francia y en Italia. Europa ha pasado de emitir más de 2.000 millones de toneladas en 2008 a algo más de 1.700 millones en 2017, lo que indica una reducción de casi el 16%. En España, en ese mismo espacio de tiempo, la disminución fue solo de 17 millones de toneladas. Una cifra que tiene trampa: hasta 2010 se había logrado un descenso de 39 millones, que se fue perdiendo hasta la subida final.

En cuanto a la descarbonización de la economía, el estudio señala que España se encuentra en la zona negativa. Y en la evolución de emisiones procedentes de la combustión de fósiles es peor que la europea. Mientras se aprecia una clara reducción del consumo desde 2013, España mantiene una «curva muy quebrada», con mínimos y máximos relativos casi en años alternos: en 2010, 2013, 2014 y 2016 las emisiones fijas se encontraban en valores cercanos a los 70 millones de toneladas de CO2-eq; en 2012, 2015 y 2017 se superaron los 80 millones de toneladas.