Emergencia en California ante la extensión de un brote de gripe aviar

Según el Departamento de Salud del Estado de Luisiana, donde reside el enfermo, «el paciente sufre una enfermedad respiratoria grave relacionada con la infección por H5N1 y actualmente se encuentra hospitalizado en estado crítico«. En este caso, el enfermo tiene 65 años y problemas médicos añadidos. Las primeras investigaciones indican que pudo contagiarse por el contacto con aves en una granja. En total, 61 personas han resultado infectadas en Estados Unidos durante este año, aunque hasta ahora, los afectados habían experimentado síntomas leves. En Canadá, donde también se han registrado infecciones, un adolescente ha sido hospitalizado por un caso grave.

Los síntomas de la gripe aviar son problemas respiratorios, fiebre, dolores de cabeza y musculares, así como diarreas. En algunos casos, provoca también conjuntivitis. El modo de contagio detectado hasta ahora es tocarse los ojos, la nariz o la boca después de manipular aves infectadas o superficies que hayan sido infectadas por un ave. Ante esta enfermedad ya existe una vacuna pero ha comenzado a probarse una nueva mediante el ARN mensajero -el mismo procedimiento que se empleó para el remedio contra el covid- que ya ha tenido éxito en animales.

La opinión científica ante el brote insiste en tomar medidas de vigilancia. Rebecca Christofferson, científica de la Universidad estatal de Luisiana, declaró el miércoles que la falta de vigilancia hace que no se sepa si hay más contagios de animales a humanos sin detectar o una transmisión asintomática de persona a persona. Esta experta indicó que «no es el momento de entrar en pánico» y reclamó un aumento de los controles médicos. Por su parte, la epidemióloga del Instituto SAS Meg Schaeffer señaló a la agencia AFP que en la actualidad hay varios factores que sugieren que «la gripe aviar está llamando a nuestra puerta y podría iniciar una nueva pandemia cualquier día».

En Estados Unidos, las autoridades sanitarias también han comenzado a tomar medidas de precaución ante la leche cruda, ante la sospecha de que se hayan producido infecciones a partir de los contagios de aves a vacas y de estas a humanos. Esta teoría está apoyada por el hecho de que los primeros brotes de la enfermedad aparecieron en bovinos. En este caso, la protección ante una posible transmisión por la leche se está enfrentando a una tendencia norteamericana -enclaustrada por ahora en círculos conspiracionistas- que defienden no pasteurizar este alimento y tomarlo crudo. Pese a los anuncios que ha realizado el CDC sobre el riesgo de enfermar ante los gérmenes nocivos que puede portar la leche cruda, el consumo de este producto ha aumentado un 21% en los últimos meses. Uno de los factores de incertidumbre con respecto al tratamiento del brote es la figura del nuevo zar de la salud nombrado por Donald Trump, Robert Fitzgerald Kenndy Jr. Este político demócrata que pasó a apoyar al expresidente carece de formación sanitaria y es un defensor de la leche cruda.