Cada mañana, 220.000 alumnos llegan a sus colegios con miedo a que algún compañero se burle de ellos, les mande un mensaje hiriente a su móvil, les insulte o les golpee. Dos alumnos de cada clase sufren acoso escolar y el 20% de ellos ... ha pensado en algún momento en suicidarse, aunque esa idea también se le ha pasado por la cabeza al 17% de los acosadores, en un drama de ida y vuelta. El I Estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso en España en la infancia y la adolescencia, realizado por la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación ColaCao con la participación de 21.000 estudiantes de 325 colegios de todas las comunidades, pone sobre la mesa las terribles cifras del 'bullying', no siempre bien conocidas.
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El 6,2% de los estudiantes de entre 4º de primaria y 4º de secundaria manifiesta haber sufrido acoso escolar en los últimos dos meses, lo que supone que en una clase de 28 alumnos, dos son víctimas. En el lado contrario, el 2,1% de los encuestados se reconocen como acosadores, es decir, hay un acosador por cada dos clases. De esta forma, 220.000 estudiantes son víctimas y 74.000, acosadores. Pero además, en cada aula hay cinco testigos: el 16,3% de los escolares españoles se identifica como tal.
Según el informe, en educación primaria (4º, 5º y 6º) se ven a sí mismos como víctimas el 7,6% de los alumnos, sin diferencias significativas entre chicas (7,5%) y chicos (7,7%). En educación secundaria, disminuye hasta el 5,3%, con un porcentaje significativamente más elevado entre las chicas (5,8%) que entre los chicos (4,7%). De esta forma, según pasan los cursos y por lo tanto, los escolares cumplen más años, cae el número de estudiantes que reconocen ser víctimas de acoso escolar.
En cuanto a los acosadores, el porcentaje de chicos que se reconoce como acosador (2,6%) es bastante más elevado que el de las chicas (1,4%) y por etapas, son un 2,4% frente a un 1,4% en primaria y un 2,7% frente al 1,4% en secundaria. Los investigadores relacionan la mayor cifra de acosadores chicos con la educación sexista tradicional, que «asocia el dominio y la violencia con la masculinidad», asegura la directora del estudio, la catedrática de Psicología de Educación de la Complutense María José Díaz Aguado.
El informe apunta que haber sufrido acoso escolar incrementa el riesgo de sufrir ciberacoso. El 46,4% de las víctimas de 'bullying' ha sufrido también maltrato digital. En total, el 10,7% del alumnado reconoce haber sufrido como víctima una situación de maltrato entre iguales a través de dispositivos digitales, lo que podría derivar en ciberacoso, un tipo de agresión que sufren más las chicas (12,7%) que los chicos (8,7%).
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Las víctimas de acoso y ciberacoso tienen significativamente más síntomas depresivos que los acosadores o aquellos no involucrados. Los acosadores muestran un patrón de conducta más agresivo y antisocial, mientras que las víctimas presentan más síntomas emocionales que reflejan sufrimiento y vulnerabilidad, aunque suelen ser más prosociales. Y tanto víctimas como acosadores padecen más riesgo de conductas autolesivas. Así, el 20,4% de las víctimas y el 16,8% de los acosadores en el acoso escolar, y el 21,1% de las víctimas y el 24,9% de los acosadores en el caso del ciberacoso, declaran haber intentado quitarse la vida.
El estudio también ha indagado en las motivaciones que hacen que unos estudiantes acosen a otros. La mayoría de las víctimas, el 52,9%, considera que su aspecto físico es la principal razón, y en este grupo, el 26,6% lo vincula con ser más gordo o gorda. La segunda causa (44,2%) es desafiar los estereotipos sexistas: no comportarse como el resto de chicos o de chicas. La tercera es «porque me tienen envidia» (42,2%) y la cuarta tiene que ver con las situaciones de indefensión y aislamiento (41,1%), lo que pone de manifiesto la importancia de tener amigos para detener el 'bullying'.
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Porque en muchos casos, el acoso es una tragedia personal que no se comparte. El 38% de las víctimas (más de una de cada tres) no se lo cuentan a nadie, sobre todo, por miedo y por no preocupar a sus familiares. Entre los que sí lo hacen, se lo dicen a la madre (77,6%), las amistades (72,7%), el padre (63%) y los/as profesores/as (52,4%).
Los expertos destacan el papel que deben jugar los centros escolares en la prevención del 'bullying'. «Existe una urgente necesidad de intervenir desde las escuelas en la prevención del suicidio, poniendo especial énfasis en ayudar a las víctimas de violencia y abordar las dificultades socioemocionales de quienes acosan para garantizar el bienestar de todos los estudiantes», asevera Díaz Aguado.
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