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El cáncer de piel se extiende. Las campañas de sensibilización, la mayor concienciación social y los avances en diagnóstico y tratamiento no han impedido que el número de afectados crezca año tras año. Lo dice la estadísitca. En las últimas dos décadas, prácticamente desde que ... comenzó el milenio, la incidencia de este tipo de tumores ha crecido por encima del 50%, según alerta la sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). La mala fama, por ser el peor de todos, la lleva el melanoma, pero no es el único tipo de tumor cutáneo que se ve en las consultas especializadas.
Oncólogos y dermatólogos distinguen entre tres tipos de cáncer de piel, que difieren tanto en incidencia como en agresividad. Los más comunes y benignos son los llamados carcinomas basocelulares, que pueden dar la lata, pero no resultan mortales. En un punto intermedio de agresividad figuran los espinocelulares, que en ocasiones, las menos, se extienden a otros órganos y complican la existencia. El melanoma, más conocido y contra el que se han dado los mayores avances en diagnóstico y tratamiento, es el principal enemigo a batir.
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Podríamos decir que son el bueno, el feo y el malo de los cánceres de piel. Pero protegerse frente al menos frecuente, «que es el peor de todos», exige conocer bien a cada miembro de la familia. Porque se comunican entre sí. La aparición de uno favorece el surgimiento de otro. Una experta de la SEOM, la oncóloga Eva Muñoz-Couselo, del Instituto de Oncología Vall d'Hebron, explica para este periódico todo sobre cada uno de estos tres tumores. El conocimiento es la mejor forma de prevención.
Si hay una lesión que le llevaría a uno a pensar que puede ser cualquier cosa menos un tumor es el carcinoma basocelular. Se llama así porque se origina en las células basales, responsables de regenerar el tejido epitelial. La mayoría de las veces se presenta como un bulto transparente, que evoluciona. Aparecen costras que parecen curarse solas, pero no es así. El ciclo vuelve a empezar una y otra vez, imparable.
Este proceso es algo que, según Muñoz-Couselo, disminuye «injustificadamente» la preocupación de pacientes y médicos por la lesión, cuando en realidad es justo lo que debería encender sus señales de alerta. En otras ocasiones se presenta en forma de placas planas y también como pápulas rojas o rosadas, delgadas, que se confunden con una psoriasis o una dermatitis.
El más frecuente de los cánceres de piel del mundo es también el menos mortal. Algunos autores dudan incluso de si, en realidad, le corresponde la limitada y rarísima mortalidad que se le atribuye. Lo que sí está claro es que es algo que debe consultarse al especialista. No lo dude.
Lleva el apellido de maligno porque va creciendo, pero rara vez hace metástasis. Es posible que sus células invadan tejidos sanos y su tratamiento requiera algo más que un simple curetaje, que es como se trata si se detecta a tiempo. Requiere controles periódicos porque su aparición ya es un indicador de daño celular. Es más frecuente en personas de piel clara con antecedentes de exposición crónica a la luz solar.
La cuestión comienza a complicarse con los llamados cánceres espinocelulares o escamosos cutáneos. El pronóstico es «excelente» cuando las lesiones son pequeñas y se extirpan de un modo adecuado, pero si se producen metástasis el asunto se complica. Los casos más rebeldes se dan con las lesiones de más de dos centímetros de diámetro y con una profundidad mayor de dos milímetros. También al extenderse a los nervios y, especialmente, cuando ocupa el borde bermellón, que es el límite entre el labio y la mucosa de la boca.
Los que surgen cerca de las orejas, el borde de los labios, cicatrices o invaden nervios tienen más posibilidades de metástasis y, por tanto, conllevan más riesgo. La tasa de supervivencia a 5 años del diagnóstico de una enfermedad metastásica es del 34%, uno de cada tres pacientes. Su tratamiento, en función de la fase en que se detecte, puede ser de cirugía y radioterapia. La quimioterapia es menos frecuente y, en los casos más complicados, cada vez se recurre más a los llamados anticuerpos monoclonales, fármacos que van directos a la lesión.
¿Cómo reconocerlos? Su aspecto es muy variable. Lo mismo aparece en piel sana que dañada, sobre una verruga, una superficie descamada, en cualquier parte. A veces, el tumor se ulcera y genera dolor y sangrado.
El tumor de piel más conocido es también el menos común y el más rebelde. No todo, sin embargo, son malas noticias. Al contrario. Frente al cáncer, los mayores avances de la historia se han dado en las dos últimas décadas y han tenido su principal diana en el melanoma. Aún así, protéjase.
Suelen ser pigmentados, pero varían mucho en tamaño, formas y colores. El desafío clínico se centra en su capacidad para metastatizarse a través de los vasos linfáticos. Puede diseminarse muy rápidamente, pero la tasa de curación en lesiones superficiales detectadas a tiempo es muy alta y las del resto, cada vez mayor.
La mejor terapia frente a los cánceres de piel y frente a cualquier otra enfermedad es la prevención. Por mucho que lo haya oído, buscar la sombra y evitar el impacto directo del sol entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde es la mejor manera de protegerse de los tumores de nuestro escudo natural. Protección solar de factor 30, pantalones largos, camisetas de manga larga y sombreros de ala ancha también ayudan. El verano es para vivirlo, pero mejor con cabeza.
Riesgo..El más común de todos, más frecuente en las personas de piel clara y aparece en pieles expuestas al sol.
Aspecto. Consulte al médico ante una lesión brillante, de crecimiento lento, a menudo con el borde brillante, perlado;y también si constantemente forman costras y se curan.
Tratamiento. Un curetaje local puede bastar, pero debe derivarse siempre al especialista.
Riesgo. También llamado epidermoide. debe consultarse cualquier lesión que no sana en una zona expuesta al sol.
Evolución. las metástasis son poco comunes, pero más probables en los que involucran a la lengua, las mucosas;o ocurren cerca de las orejas, labios, cicatrices y zona perineural.
Tratamiento. Depende. Terapia local, radioterapia, 'quimio' y anticuerpos monoclonales.
Riesgo. Representa menos del 5% de los cánceres de piel, pero causa la mayoría de las muertes. Téngalo en cuenta.
Evolución. Puede desarrollarse en la piel, mucosas, conjuntiva, capa coroides del ojo, leptomeninges y lecho ungueal (unión de la uña con el dedo).
Tratamiento. Hay todo un arsenal terapéutico contra el melanoma. La terapia ha experimentado un cambio radical en los últimos 10 años con la incorporación de la revolucionaria inmunoterapia y los fármacos dirigidos.
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