Francisco Javier Martín Sánchez es geriatra y miembro de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias. Semes
Francisco Javier Martín Sánchez, geriatra y urgenciólogo

«Cuando se tiene contacto con una persona mayor hay que limitar los riesgos»

El experto no está de acuerdo con que los abuelos cuiden de los nietos y propone que sean los estudiantes los que jueguen este papel durante la crisis del coronavirus

Miércoles, 11 de marzo 2020, 21:46

«Hay que poner el foco en el cuidador de las personas mayores». El doctor Francisco Javier Martín Sánchez (Madrid, 45 años) no se cansa de repetirlo. Su experiencia como geriatra y urgenciólogo en el Hospital Clínico San Carlos y en el grupo del ... Paciente Mayor de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) le ha enseñado que las extremas medidas que mitiguen la transmisión del virus del personal sanitario y no sanitario que cuida de los ancianos en las residencias es un pilar básico en la estrategia contra la propagación del COVID-19. Martín Sánchez, como especialista en geriatría, no está muy de acuerdo con la idea de poner a los niños al cuidado de los abuelos «porque se pone en riesgo a la persona más vulnerable, el mayor». Desde la Semes han lanzado una idea interesante: que los estudiantes (un colectivo formado y de bajo riesgo en caso de contagiarse) den un paso al frente para cuidar a niños y mayores.

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–¿Necesitan las personas mayores una protección especial frente al coronavirus?

–Los mayores son una población muy vulnerable que si se contagia tiene mayor riesgo de mortalidad que la población más joven. Según van aumentando los grupos de edad, la mortalidad se va duplicando. La tasa de letalidad del virus está en torno a un 2% de los enfermos, pero pasa al 4% en los pacientes de 60 a 70 años, al 8% en los de 70 a 80 años y en torno al 15% en los mayores de 80.

–Al ser un colectivo de riesgo, ¿qué medidas sugiere adoptar?

–Es un colectivo que tenemos que proteger. Y tenemos que hacerlo con medidas para disminuir el contagio como el lavado de manos e intentar minimizar el contacto ante la más pequeña sospecha de infección del cuidador.

–Así que los cuidadores de mayores deben extremar medidas.

–Sí. En 2002 y 2003 hubo sendos brotes de coronavirus en residencias de Australia y Canadá. Se investigó y las conclusiones que se sacaron fue que uno de los factores más importantes para la transmisión de la infección eran los profesionales sanitarios y no sanitarios que cuidaban a los pacientes mayores. Así que los cuidadores deben ser extremadamente responsables porque tratan con pacientes de muy alta vulnerabilidad. Cuando se tiene un contacto con una persona mayor hay que limitar el riesgo y esto pasa, entre otras cosas, por un lavado adecuado de la ropa y de la vajilla, y por volver a insistir en la importancia del lavado de manos antes y después de cualquier actividad con los mayores. Hay que ser muy estricto con esto.

–Con lo cual las residencias de mayores han de ser especialmente cuidadosas...

–Sí, sobre todo cuando son centros cerrados porque existe mayor probabilidad de propagación del virus. De ahí la importancia de, ante el más mínimo síntoma, intentar aislar al paciente. Y sobre todo hacer un seguimiento muy estrecho de los cuidadores sanitarios y no sanitarios que han estado con ese paciente.

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–¿Cómo ve que el cierre de los colegios haya obligado a muchos padres a mandar a sus hijos con los abuelos?

–El cierre de los colegios intenta disminuir la transmisión del virus para que el sistema no colapse. Dicho esto, que los abuelos cuiden a los nietos no es lo más procedente porque se pone en riesgo a la persona mayor.

–¿Y qué propone?

–Que aquellos colectivos de menor riesgo, como los estudiantes de Bachiller o los universitarios, colaboren en el cuidado de los mayores para minimizar el contacto con otras personas en las actividades de la vida diaria. Hay matrimonios de sanitarios en Madrid que no tienen con quién dejar a sus hijos y están poniendo en riesgo a sus padres con el cuidado de sus hijos.

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–Pero esa idea exige organización… y dosis de generosidad.

–Sí, pero es que para vencer esto tenemos que ser responsables cada uno en lo suyo, pero también generosos. Con la campaña 'Que cada estudiante cuide un niño, que cada estudiante cuide un mayor' estaríamos minimizando el riesgo de contagio de la población más mayor. Yo lanzo el guante. Ojalá alguien acepte el reto.

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