La Comunidad de Madrid invita a las familias a llevarse a sus mayores sanos de las residencias

Pero hay un apartado que ha llamado la atención, «y mucho», a los responsables de estos lugares: la posibilidad de poder llevarse a sus mayores a casa como una medida excepcional para luchar contra los focos del virus y la mortalidad. La presidenta de la comunidad madrileña, Isabel Díaz Ayuso, cifró en una entrevista en la SER en 3.000 los fallecidos en residencias madrileñas durante el mes de marzo, aunque no todos fueron por el coronavirus.

«Este traslado podrá realizarse, garantizando por escrito la familia su permanencia en el domicilio familiar al menos durante la situación de emergencia sanitaria», señala la misiva que, además, subraya que si se tienen los medios necesarios esta opción es «muy recomendable». Una solución que ha sorprendido a algunos de los directores de residencias. «Esta recomendación llega tarde y no es la solución para la situación por la que pasamos las residencias», explica uno de ellos en una comunicación a las familias, donde también adjunta la carta de la consejería y el formulario para poder regresar al hogar familiar con esa persona mayor.

«Lo que venimos pidiendo desde el inicio es que nos hagan caso, que nos hagan test, que nos den mayor soporte sanitario y que los hospitales acepten las derivaciones de nuestros usuarios», señala ese director en su carta.

Unas reivindicaciones que van en la línea de los argumentos defendidos por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales y por la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), que han reclamado de «forma más insistente» más atención a las residencias. «Contamos con servicios mínimos de enfermería y, en ocasiones, de atención médica, para prestar cuidados básicos. Personal que está siendo transferido en más de una ocasión a los hospitales por orden de Sanidad, lo que nos causa graves trastornos en la atención de nuestro residentes», explica el presidente de FED, Ignacio Fernández-Cid, en una carta al ministro Salvador Illa.

No obstante, también plantea la posibilidad de que algunos centros específicos acojan los casos positivos siempre que «estén equipados «con recursos humanos, materiales y técnicos suficientes». «La situación es verdaderamente angustiosa. Estas carencias expuestas nos abocan a que sea inviable para nosotros una atención a los residentes más afectados por el COVID-19 que responda a los niveles mínimos y más básicos, no ya de eficiencia, sino de dignidad incluso tras los fallecimientos», añade el presidente de la FED.