Los comedores escolares servirán frutas y verduras todos los días y solo ofrecerán agua

El anuncio del Ministerio de Derechos Sociales y Consumo coincidió este jueves con la presentación completa del Informe Aladino 2023, el principal estudio sobre alimentación infantil, que muestra que casi cuatro de cada diez niños y niñas españoles de entre seis y nueve años sufren exceso de peso y que España sigue siendo el sexto país europeo con este problema (era el tercero en 2019) y el séptimo en obesidad (cuarto en la edición anterior). Pero la principal conclusión del documento es que el exceso de peso afecta a los escolares que viven en familias de rentas bajas.

«La prevalencia del sobrepeso y la obesidad infantil es inversamente proporcional al nivel socioeconómico de las familias», recordó Bustinduy, que resaltó que todos los niños, también los de las familias con menos recursos, «tienen el mismo derecho a una alimentación saludable y de calidad y los poderes públicos tienen la obligación de remover los obstáculos para que el ejercicio pleno de ese derecho se haga realidad». «En una economía avanzada como la española, la salud de los niños no puede depender de los recursos de su familia o del código postal de su vivienda», agregó.

En este esfuerzo por lograr una alimentación saludable entre los más pequeños, Bustinduy subrayó la importancia de los comedores escolares, donde el 49,5% del alumnado hace su comida principal habitualmente y el 54% desayuna, aunque lamentó que «solo una de cada tres familias considera que la comida que se sirve en los centros educativos es de calidad».

Más legumbres

Además de aumentar el consumo de fruta y verdura, el nuevo real decreto instará a los centros escolares a que ofrezcan carne y pescado de calidad y a que aumenten la cantidad de legumbres y cereales en sus menús.

El 36,1% de los alumnos españoles sufre exceso de peso (el 20,2% sobrepeso y el 15,9%, obesidad), 4,5% puntos menos que hace cuatro años, pero la situación es especialmente preocupante en las familias que ingresan menos de 18.000 euros al año, donde el exceso de peso infantil afecta a casi la mitad (46,7%) de los niños y niñas, frente al 29,2% registrado en quienes pertenecen a familias con ingresos superiores a 30.000 euros. En este sentido, el sobrepeso y la obesidad aumentan de forma progresiva en hogares con dificultades para llegar a fin de mes y cuando alguno de los progenitores no tiene trabajo remunerado.

Los niños de familias con ingresos por debajo de los 18.000 euros al año también consumen menos frutas (36,4%) y verduras (19,2%) que aquellos de familias con ingresos de más de 30.000 euros (en este grupo, el 53,6% toma fruta a diario y el 29,3%, verdura) y al contrario, la población infantil de familias con rentas inferiores multiplica por ocho el consumo de bebidas azucaradas: el 7,8% las bebe más de tres días a la semana frente al 0,9% entre los niños de las familias con más recursos.