El cáncer le cuesta a los españoles 19.300 millones de euros al año

Para hacerse una idea del enorme volumen de gasto que provoca, basta saber que la factura anual que pagan entre Estado y hogares por esta patología equivale casi al presupuesto completo de la Comunidad Madrid -el tercero más alto de las autonomías- y supone un 1,6% del PIB español. Los expertos estima, además, que la cuenta puede encarecerse una media del 3% cada ejercicio.

El mayor de los gastos generados por el cáncer, en concreto el 48%, unos 9.330 millones anuales, corresponde a los costes médicos directos -tratamientos, cuidados paliativos y medicación-, pero el segundo gran montante lo causan los llamados costes indirectos, la perdida de ingresos que la enfermedad provoca a pacientes y familiares, las bajas, las incapacidades, o la pérdida de productividad por una muerte prematura. Este apartado supone unos 7.750 millones al año, el 40% de la factura nacional. Otro dato subraya la trascendencia de esta clase de costes. Los pacientes en edad laboral son el 40%, pero generan un gasto equivalente al 62%. El tercer gran desembolso son los costes directos no médicos -transporte, comida, alojamiento, cuidados adicionales, equipamiento del hogar, etc-, con un montante de 2.220 millones de euros, el 12% del total.

Los tipos de cáncer que suponen un mayor desembolso anual a las arcas públicas y a las familias españolas son también los que afectan a más pacientes. La lista la encabeza el colorrectal, con unos 2.500 millones de gasto al año, seguido por el de mama (2.200 millones), el de pulmón (2.100), y el de próstata (1.000). De los 19.300 millones de coste anual el Estado asume el 55% -sobre todo por los gastos sanitarios del primer año- y el 45% las familias, a las que, según el informe, la enfermedad les puede suponer un desembolso o una pérdida de ingresos de entre 200 y 1.000 euros de media mensual, según los casos, y unos 90.000 euros a lo largo de todo el proceso.

La AECC considera que la solución más efectiva para reducir a medio y largo plazo el enorme coste económico y social del cáncer es la profundización en prevención. El documento calcula que extender a la mayoría de la población unos estilos de vida saludables y consolidar los principales programas de detección precoz de la enfermedad podría evitar entre el 30% y el 50% de los tumores, lo que reduciría en España unas 55.000 muertes anuales y rebajaría los costes de la enfermedad en unos 9.000 millones, a casi la mitad.

Minimizar los tres principales factores de riesgo evitaría un 41% de los tumores. Solo eliminar el consumo de tabaco, responsable del 30% de los cánceres, supondría un ahorro de 5.700 millones anuales. Reducir de forma sustancial el consumo de alcohol evitaría el 7% de los cánceres y acabar con la obesidad, el 4%. En total, un ahorro cada ejercicio de 7.770 millones.

En España hay implantados tres programas de detección precoz de tumores. Muy consolidado el de mamografías; desarrollado ya en casi todas las autonomías el cribado de cáncer colorrectal; y también muy extendidas las pruebas en busca de cáncer de cérvix. Estos diagnósticos tempranos disparan las posibilidades de curación de los pacientes, pero además reducen gastos. La diferencia de coste entre tratar un cáncer de mama en estado inicial a uno metastásico se multiplica por cuatro en el caso del segundo y por tres si hablamos de un tumor colorrectal en situación avanzada. El estudio calcula que una buena política de cribados preventivos ahorraría unos 1.000 millones anuales.

Por este motivo, la AECC reclama de las diferentes administraciones sanitarias una fuerte apuesta por la medicina preventiva. En primer lugar pide que se haga cumplir la ley antitabaco en todos sus extremos. En segundo, que se extiendan los cribados de mama, colon y cérvix al 100% de la población en edades y situaciones de riesgo. En tercero, que se analice la fórmula más adecuada para implantar un programa de escáneres preventivos a fumadores o exfumadores, porque un reciente estudio científico ha demostrado que aumentan la detección precoz de este cáncer y reducen en un 23% su actual tasa de mortalidad. También piden más campañas de concienciación para reducir los malos hábitos de vida. «Hay que trabajar para disminuir la incidencia, la mortalidad y el coste del cáncer, pero sobre todo para disminuir el sufrimiento de las familias», subrayó la directora general de la AECC, Noema Paniagua.