Secciones
Servicios
Destacamos
J.M.L.
Ciudad Real
Martes, 17 de noviembre 2020, 13:11
Gestionar un bar o un restaurante está resultando una tarea heroica en esta pandemia y más en localidades como Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) donde el incremento de casos de Covid ha obligado a la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha a decretar ... el nivel 3 de restricciones en el municipio. Esto supone la prohibición de servir en el interior de los establecimientos de hostelería, la limitación del aforo al 50 por ciento en las terrazas con una distancia mínima de dos metros entre las mesas y el cierre de los locales a las 11 de la noche, una hora antes del toque de queda por el estado de alarma.
Ante tantas limitaciones sólo cabe reinventarse y eso es lo que ha hecho «Las Delicias del Arco», un restaurante de esta localidad de 5.000 habitantes famosa por albergar los restos mortales de Francisco de Quevedo. Su propietaria, Gema Reverte, ha rescatado el viejo «brasero de la abuela» de la mesa camilla para atraer clientes a la terraza del restaurante, único lugar donde puede dar servicio. De esta manera, ha evitado el cierre al que se han visto abocados otros restaurantes y bares. Hasta nueve braseros de picón -carbón hecho de ramas de encina, jara o pino- ha colocado en otras tantas mesas de la terraza para que los clientes no pasen frío y no dejen de visitar el local. «Tenemos que reinventarnos para poder subsistir y por eso hemos recuperado la mesa camilla con brasero de picón de toda la vida», explica.
La clientela ha respondido con éxito a esta iniciativa que seguro será imitada por otros locales. Sin embargo, Gema reconoce que «no nos ha sido fácil encontrar picón y braseros porque éstos ya no se fabrican pero gracias a familiares y amigos hemos podido conseguir nueve». Además, las ascuas del picón duran unas 24 horas, nada comparable al carbón vegetal para barbacoa, más fácil de encontrar pero que se consume enseguida. Por si esto fuera poco, el precio de un saco de picón de 40 kilos ronda sólo los 5 euros. Por este motivo y también porque el invierno es largo y la pandemia no desaparecerá de un día para otro, la dueña de este restaurante ha comprado algo más de media tonelada de este combustible natural que parecía olvidado con el paso del tiempo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.