Las autoridades sanitarias descartan el peligro de pandemia por el pico de infecciones de HMPV en China

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Sin embargo, los expertos coinciden en señalar que no hay peligro de que el incremento de la incidencia del HMPV produzca otra pandemia como la de 2020. Y subrayan varios elementos que lo previenen. En primer lugar que, a diferencia del SARS-CoV-2, no se trata de un virus nuevo. Fue identificado por primera vez en Países Bajos en 2001 y es estacionario, por lo que una parte sustancial de la población ya ha estado en contacto con él.

En segundo lugar, porque la mayoría de quienes se contagian solo sufren síntomas leves o moderados, muy similares a los que provoca la gripe: tos, fiebre y malestar general. Y, por último, porque, como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), «el incremento de casos observado está dentro del rango previsto para este momento del año en el hemisferio norte». Lo mismo sostienen en Reino Unido, donde también han registrado un aumento de los contagios que consideran «normal».

En cualquier caso, numerosos internautas chinos han mostrado su preocupación por la aparente falta de preparación de muchos centros médicos. «Si es cierto que el número de casos que se está produciendo es normal, ¿por qué volvemos a tener las Urgencias colapsadas?», se preguntaba en Weibo una usuaria. Entre las respuestas, antes de que toda la conversación fuese borrada, destacaba una en la que se enlazaba a una noticia que recogía la saturación en diferentes hospitales españoles por el pico de gripe. «Esto también es cada vez más normal en todo el mundo porque seguimos sin estar preparados. No hemos aprendido», se leía.

El Centro para la Prevención y Control de Enfermedades Europeo resta importancia a la situación y avanza que «no se espera un patrón inusual o inesperado» en el comportamiento de los virus este año, aunque reconoce que «no existe vacuna ni tratamiento antiviral disponible para el HMPV». Por todo ello, las autoridades sanitarias recomiendan recuperar algunos de los hábitos de la pandemia, como el uso de mascarillas y el lavado de manos en entornos médicos. De hecho, señalan que, si ahora parece que la incidencia de la gripe y de otros virus respiratorios es más acusada, es porque esas medidas preventivas redujeron su incidencia durante los años de la pandemia. Curiosamente, ahora es el SARS-CoV-2 el que «presenta una actividad baja».