Alertan de las artimañas de la industria tabaquera para seducir a los jóvenes

La estrategia está obteniendo buenos resultados, pues entre los nuevos adictos están las chicas, que ya han superado a los varones. Las fumadoras adolescentes representan un 10,3%, frente al 9,4% de sus compañeros. Según Zamorano, la población joven está sometida a la influencia de las empresas tabaqueras, que no dudan en recurrir a todo tipo de ardides: «Cuentan con al apoyo de 'influencers', promueven becas y hasta campamentos, ofrecen muestras gratis y hacen propaganda desde los estancos».

Una de las argucias de que se vale la industria para captar adictos es el cigarrillo electrónico y los productos de tabaco calentado. Lo malo es que el vapeo es la puerta de entrada al tabaquismo, pues algunos de estos artefactos incorporan nicotina, un compuesto que altera el comportamiento y merma la habilidad para el aprendizaje en los cerebros jóvenes.

Un asunto peligroso, dado que el 48,4% de los adolescentes ha recurrido en alguna ocasión a los cigarrillos electrónicos, según la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes).

Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este domingo convocado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el CNPT y los colegios de médicos hicieron un llamamiento para evitar que los jóvenes se inicien en el hábito tabáquico, que se encuentra en los 14,1 años. De acuerdo con la OMS, los niños y adolescentes que consumen cigarrillos electrónicos tienen al menos el doble de probabilidades de fumar pitillos convencionales más adelante en su vida.

Los expertos denunciaron que los cigarrillos electrónicos contienen nicotina líquida, saborizantes y aromatizantes, elementos todos ellos que tratan de seducir al público a edades cada vez más tempranas. La mezcolanza de elementos tóxicos llega a tal grado que la sustancia aspirada incluye agentes cancerígenos del grupo A y metales pesados como níquel, cromo, plomo y cadmio.

Agustín Montes, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela y miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, adujo que el tabaco sigue siendo la principal causa de muerte evitable en España. «Es la única sustancia de consumo legal que causa la muerte a la mitad de sus consumidores», sostuvo. El epidemiólogo aludió a un estudio según el cual cada año mueren en España 56.000 personas a causa del tabaco. Un 54% de estas defunciones obedecen a enfermedades del aparato respiratorio.

A la luz de la evidencia científica, España debería incrementar los impuestos sobre el tabaco, ampliar los espacios sin humo a coches, playas y piscinas comunitarias, así como aplicar esta regulación a todos los nuevos productos electrónicos.

La Covid-19 es mucho más graves en los fumadores, aparte de tener peor pronóstico, aseguró María Rosa Arroyo, vicesecretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM). «Fumar y vapear aumentan los contagios por la expansión de las microgotas», expuso Arroyo, quien destacó que para acercarse un cigarrillo a los labios es necesario retirarse la mascarilla.

De una revisión de los estudios que analizan la relación entre el tabaco y el padecimiento de la Covid-19 se desprende que los fumadores sufren un riesgo superior de contraer la enfermedad con carácter severo. Así lo manifestó Montes, quien subrayó que los adictos a la nicotina requirieron ser ingresados en la UCI u hospitalizados con suministro de oxígeno.

Con todo, la noticia esperanzadora es que la recaída de exfumadores en la adicción durante el confinamiento «ha sido bajísima», en palabras de la directora de Relaciones Institucionales de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Ana Fernández Marcos, quien expresó que así se demostraba en un estudio del Hospital del Mar (Barcelona). «No hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno», sentenció Fernández. Por ello recordó que, según la OMS, el humo del tabaco ajeno causa más de un millón de muertes prematuras cada año en todo el mundo. Por añadidura, casi la mitad de los niños respiran aire contaminado por los cigarrillos en lugares públicos.