Secciones
Servicios
Destacamos
La crisis sanitaria del Covid-19 puede pasar una segunda factura a los enfermos de cáncer en forma de ansiedad y depresión. A la preocupación de posibles retrasos en los tratamientos oncológicos y pruebas médicas se suma el empeoramiento de la situación económica y laboral ... de la unidad familiar y, en menor medida, el miedo al contagio. Todo este cóctel en una población tan vulnerable ha encendido las alarmas de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), que ha advertido del impacto laboral, sanitario y psicológico del coronavirus en las personas con cáncer, que, según sus estimaciones, está casi nueve puntos por encima del que soportan el resto de los españoles.
La alerta que lanza la AECC se basa en los primeros datos de demanda de ayudas sociales que han recibido (han atendido 36.000 casos durante la pandemia) y del estudio 'Malestar psicológico en pacientes de cáncer durante el confinamiento del Covid-19', que acaban de hacer público con datos como que más del 34% de las personas con cáncer ha sufrido ansiedad y depresión durante este confinamiento. La AECC prevé que, a esta emergencia psicológica, se añada también otra social, laboral, científica y sanitaria. La Asociación ha hecho llegar al Gobierno y a la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica su preocupación ante estas circunstancias, y ha pedido medidas ajustadas a las necesidades de esta población de riesgo y que se proteja a las familias con cáncer. El llamamiento se produce en esta Semana Europea Contra el Cáncer (EWAC en sus siglas en inglés), que se celebra del 25 al 31 de mayo para sensibilizar sobre la enfermedad.
El estudio realizado por el Observatorio del cáncer de la AECC durante el confinamiento a más de 2.000 personas diagnosticadas determina la prevalencia de trastornos psicológicos en estos pacientes y los factores que influyen en su aparición. Carmen Yélamos, responsable del Servicio de Atención Psicológica de la AECC, destaca que «el estudio ha querido conocer de cerca cómo es el impacto psicosocial que el virus y el confinamiento están produciendo en las personas con cáncer». A su juicio, detectar cuáles son sus principales preocupaciones en estos momentos y los niveles de ansiedad y depresión «es necesario para poder identificar qué tipo de intervenciones psicológicas y sociales son las más adecuadas para ayudarles a afrontar esta difícil situación por la que están pasando».
Una de las principales conclusiones que se extrae del estudio es que las personas con cáncer se muestran bastante más preocupadas por la pandemia que la población española en general. Así, casi el 67% de los pacientes reveló estar muy preocupado por la pandemia, frente al 58,9% de la población general. Entre las preocupaciones más habituales de los pacientes están el riesgo de infección, las posibles complicaciones por la inmunodepresión cuando se encuentran en tratamiento o los problemas en la capacidad sanitaria para prestar una atención adecuada que pudiera interferir con el tratamiento óptimo de su enfermedad.
La Escala de Malestar Psicológico de Kessler K-6, utilizada como instrumento de medición, ha revelado que el 34,3% de la población con cáncer ha sufrido ansiedad y depresión durante el confinamiento. Mientras que, un cuestionario psicosocial complementario ha permitido conocer las diferentes variables asociadas a dichos trastornos psicológicos: el empeoramiento de la situación económica de la unidad familiar como consecuencia de la situación de confinamiento se muestra como una de las principales causas relacionadas con el malestar psicológico de las personas encuestadas. Así, un 27% de los encuestados cuya situación económica no ha cambiado sufren malestar significativo; frente a un 58,6% cuya situación ha empeorado mucho. Y casi la mitad (el 46%) de personas con cáncer cuyos ingresos netos mensuales son inferiores a 1.100 euros demuestran malestar psicológico moderado o severo, frente a sólo un 17,5% de aquellos con ingresos superiores a 3.900 euros.
La contaminación informativa y la gestión de la información demuestra ser otro de los principales factores relacionados con el malestar psicológico. Aproximadamente un 20% de las personas que sufren la enfermedad que son capaces de desconectar del flujo informativo constante sobre el coronavirus presenta malestar, cifra que se eleva hasta aproximadamente el 50% de aquellos que no son capaces de desconectar.
El miedo al contagio (propio o de los seres queridos) y la preocupación específica por el coronavirus están relacionados de manera moderada con el malestar psicológico general, aunque en menor medida que los factores expuestos anteriormente.
Los retrasos en las pruebas provocados por la pandemia se relacionan en mayor medida con el malestar psicológico que los retrasos en los tratamientos oncológicos.
Asimismo, la presencia de problemática psicológica es mayor durante el primer año tras el diagnóstico de la enfermedad, de lo que se deduce que hay mayor preocupación entre las personas recién diagnosticadas o en tratamiento activo.
La edad del paciente es otro elemento que influye en los niveles de malestar clínicos presentados. Cuanto más joven es el paciente, mayor es el malestar que presenta.
De este modo, el informe revela que los pacientes más susceptibles a padecer trastornos de ansiedad y depresión son aquellos adultos de entre 18 y 24 años, recién diagnosticados, en situación de desempleo o con ingresos inferiores a los 1.100 euros, y con dificultad para gestionar la información en el contexto de la Covid-19.
El estudio contará con una segunda fase, dentro de seis meses, que evaluará y comparará los resultados obtenidos con la presencia de estrés postraumático y variables asociadas en las personas con cáncer, una vez acabe el confinamiento.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.