«Tendremos medicamentos que van a comprar tiempo»

¿En qué punto está la batalla contra el envejecimiento?

Estoy seguro de que podemos hacer que el envejecimiento esté bajo un mejor control médico. La muerte es otra cosa y hay muchas causas que la provocan. Nosotros en SENS no estamos trabajando en otras causas. No podemos evitar que las personas sean atropelladas por camiones. Siempre habrá limitaciones a la longevidad. Con cada año que envejecemos, tenemos un 10 % de posibilidades más de morir el año siguiente.

Usted ha comentado alguna vez que el hombre puede vivir mil años.

Desde luego que sí. Es muy probable que algunas personas que están vivos ahora vivan mil años o más. Creo que los próximos veinte o treinta años tendremos medicamentos que van a permitir que la muerte esté bajo control decisivo de la medicina. Si eliminamos este 10 % que he comentado antes, la probabilidad de que alguien llegue a los mil años es real.

¿Es probable que los 150 años sean una realidad durante este siglo?

La probabilidad que alguien vivo hoy llegue hasta los 150 años es solo un poco más alta que llegue a los mil años. Eso es porque la parte más difícil y con más incertidumbre es la primera, la creación de los primeros medicamentos. Ahora no podemos hacer que nadie viva más de 120 años. Para que la gente viva 30 años más tenemos que desarrollar medicamentos muy desarrollados que todavía no existen. Van a ser beneficiosos para alguien de mediana edad y van a rejuvenecerlas: alguien de 60 o 70 años va a volver a tener 30 o 40 años biológicos. Significa que estos medicamentos van a comprar tiempo. Cuando lleguen a la edad biológica de 60 años con una edad cronológica de 90 años podremos rejuvenecerlos con otros nuevos medicamentos para que vuelvan a tener treinta años y no van a llegar a 60 hasta que no tengan 150 años. No tenemos que resolver todo el problema de golpe pero sí el primer paso, que es el de mayor incertidumbre. Después del primer paso, lo otros serán más fáciles.

Cuando planteó estas teorías hace años, muchos colegas de otras especialidades le mirarían como un extraño. ¿Ahora hay muchos nuevos creyentes?

Hay una diferencia entre lo que piensan, lo que dicen y lo que quieren pensar. Entonces cuando yo empecé a decir estas cosas, todo el mundo iba huyendo de mí porque no querían asociarse con cosas que sonaban a poco científicas. Finalmente, después de mucho tiempo se dieron cuenta de lo que decía tenía base científica. Yo nunca he dicho que toda la humanidad va a vivir mil años, sino que es una posibilidad. Me queda mucho trabajo por hacer para unir ideas de la biología que se han desarrollado por profesionales que nunca se habían hablado entre sí.

¿Los gobiernos ven que puede ser bueno para las arcas públicas que la gente viva más y más sana?

Lo políticos tienen un problema, que deben ser elegidos. Piensan en el corto plazo y haciendo caso a la opinión pública. Es intención mía y de mis colegas hablar a la opinión pública y por eso hago tantas entrevistas. Pero tienes razón cuando dices que la política tiene que ver con el dinero y en la ciencia la política lo tiene que ver todo. Hay gente que tienen miedo que no quieren hablar de esto. Hay otros que tienen mucho dinero y tienen interés en las cosas de que hablo yo.

Además de las pautas habituales para tener una vida sana, ¿qué puede hacer una persona para no envejecer?

Ahora mismo, las únicas cosas que se pueden hacer es tener una dieta equilibrada o no fumar, lo habitual. Haciendo esto tendrás 80 años de vida y todo lo demás que puedes hacer te pueden añadir dos años más.

¿El futuro es tomar una pastilla para acabar con el envejecimiento?

Será muy parecido a los medicamentos de ahora, quizás pastillas o inyecciones de células madre o ADN ingenierizado tipo terapia genética. O cirugía pero solo en un plazo de tiempo corto porque tiene sus peligros. Desde el punto de vista de los investigadores, va a ser muy diferentes. Vamos a tratar a personas que no están enfermas. Va a ser medicina preventiva y vamos a poder dar diez o quince tipos de células madre en una sola inyección.

Más vida implica más tiempo libre. Pero vivimos una época en que cada vez todo está más tecnificado.

Prefiero llegar a los 150 años y estar aburrido (risas). Luego se plantean otras cuestiones como cómo se pagarán las pensiones o que pasa si un dictador está en el poder. En primer lugar tenenos que tener en cuenta que no es lo único que va a cambiar. Tendremos que hacer otra distribución de la riqueza y de la educación. No tendremos que cuidar enfermos porque no habrá enfermos.

¿No habrá enfermos?

Habrá algunas enfermedades, pero hoy en día el 90 % de los tratamientos médicos son para cosas relacionadas con el envejecimiento. Y esa son las cosas que se van a eliminar.

¿La autofagia es la línea más prometedora para acabar con el envejecimiento o solo es una más?

La autofagia es muy importante, pero solo una más. Los investigadores españoles han hecho mucho, como Ana María Cuevas. La autofagia es un proceso que involucra el transporte de los productos de deshecho de la célula hacia la lizozoma, que es donde se destruye. Este método de transporte funciona muy bien incluso en el envejecimiento, aunque al final el lizozoma empieza a fallar. Por eso lo que queremos es mantenerlo y que funcione con el mismo rendimiento. También trabajamos con el núcleo de los cromosomas nominales. No es una idea original nuestra por nuestra parte, se planteó hace treinta años y estamos cerca de tener resultados.

No hablamos de envejecimiento sino del Brexit. Como científico, ¿le preocupa que perjudique a las investigaciones?

Los científicos siempre tienen obstáculos y las cosas irán más lentas. Pero hay que tener un sentido de la proporción. No va a ser un desastre.