Solo el 7% de las personas con esquizofrenia tiene un tratamiento individualizado

El Proyecto Voz-Necesidades de las personas con esquizofrenia/psicosis ha tratado de iluminar las zonas oscuras de este mal. Un estudio de la entidad, presentado este miércoles y para el que se ha encuestado a 5.205 enfermos o allegados, muestra que solo el 7% de las personas con esquizofrenia tiene un plan de tratamiento individualizado y apenas el 8% participa en la toma de decisiones sobre su enfermedad, como tampoco lo hacen, en general, los cuidadores (el 16%), el grupo de población que vive más de cerca el trastorno. No se cuenta con las familias a la hora de tratar los problemas de salud mental, sentencia Celso Arango, jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del Hospital Gregorio Marañón.

Y eso que el día a día de los enfermos de esquizofrenia es similar al del resto de los miembros de la sociedad. Sus pensamientos, sus anhelos y sus motivaciones son los mismos que los de cualquiera de nosotros, expone Arango. Así, según los datos del informe, para el 91% de las personas con esquizofrenia, su mayor preocupación es tener cerca a alguien que cubra sus necesidades afectivas. Estas personas suelen tener problemas para mantener relaciones afectivas estables y la gente de su alrededor acaba desapareciendo, destaca el experto.

Familias al cuidado

Son las familias las que habitualmente quedan al cuidado de una persona con esquizofrenia, y eso genera en ellas mucha incertidumbre. Los padres se preguntan: ¿Qué va pasar con mi hijo o hija cuando yo no esté?, y este es un gran foco de preocupación, indica Arango.

Además, los pacientes consultados hacen hincapié en la necesidad de desarrollar sus propias facultades para poder así valerse por ellos mismos. Según el informe, el 45% de los encuestados afirma no tener libertad suficiente para tomar decisiones importantes en su vida. Y a veces, somos los profesionales médicos los que tenemos parte de culpa, admite el médico del Hospital Gregorio Marañón. En este sentido, los enfermos también destacan la importancia de sentirse bien físicamente, a través de actividades de ocio o recreativas, un área que los expertos creen que se puede mejorar.

Los resultados del informe ponen de manifiesto la necesidad de una mayor formación de los profesionales en un modelo colaborativo basado en la toma de decisiones compartida, de manera que las personas con esquizofrenia puedan, en la medida de lo posible, hacer las cosas por sí misma, desde la confianza, la comprensión y el acompañamiento, pero sin proteccionismos, concluye Arango.