Tecnología para convivir con la enfermedad

"La idea es desarrollar una plataforma en internet que ayude a las personas que conviven con la enfermedad a vivir un poquito mejor", resume Tomás García, cofundador de 'People Who Global'. Su apuesta es ofrecer, tanto a los pacientes como a su círculo más cercano, una serie de servicios gratuitos como "información, herramientas para el móvil para controlar las variables más importantes de la enfermedad e incluso el acceso a una gran red social que te permita localizar y hablar con personas que convivan con esa misma enfermedad", enumera García.

Curtido en la creación de iniciativas empresariales en el mundo digital desde hace más de una década, la idea de esta plataforma nació en 2011 junto a Eva Baonza, la otra mitad de este proyecto a cuatro manos. El resultado fue la generación un canal de comunicación privilegiado en el mundo de la sanidad, independiente y totalmente privado para el paciente, a la vez que aporta, gracias al Big Data, valiosos datos para la comunidad médica y farmacéutica.

Privacidad e información verificada

Un proyecto internacional por el que apostaron sin dudarlo a pesar de su falta de experiencia en temas sanitarios y en un sector restringido por la regulaciones particulares de cada país en el que operan y las trabas legales, especialmente en el tratamiento de datos personales. "'Personas que' jamás recoge datos como nombre, dirección o teléfono, basta una dirección de correo electrónico. Es más, si un paciente entra a dar esos datos le pedimos que no lo haga y esa confidencialidad y privacidad además hace más fácil la interacción", explica García. También trabajan la parte de la seguridad. "Google se ha convertido en el punto de referencia para buscar información sobre salud y uno de los grandes problemas es la fiabilidad; uno de nuestros mayores compromisos es ofrecer información en un lenguaje sencillo y con un médico detrás que garantiza que es correcta".

Sus creadores destacan también la organización de la plataforma, organizada por enfermedades, a lo que le suman una revista periódica con contenidos sobre la dolencia concreta y una comunidad hablando sobre esa misma enfermedad. Todo ello supervisado continuamente por community managers e incluso doctores que puedan resolver dudas o incluso detectar conversaciones de riesgo. "También hay un centro de datos que permite detectar las variables más importantes para que puedas tomar el control de tu enfermedad; ya sea la medicación, la alimentación, el ejercicio o incluso un control de estados de ánimo, con variables como los periodos de crisis o las horas que duermes".

Controlan igualmente que la plataforma no sea usada con fines comerciales, integrando en cada país la base de datos de medicamentos que permita detectar en una conversación el nombre comercial de un medicamento y sustituirlo automáticamente por su principio activo. El objetivo, explica García, no es controlar, sino dar seguridad con varios recursos, desde el personal que revisa las conversaciones para controlar los riesgos a robots que son capaces de detectar cualquiera palabra relacionada con el suicidio o la muerte y activar los protocolos de seguridad existentes. "La suma de los diferentes recursos hace que sea una plataforma absolutamente libre pero que, a efectos de seguridad, se sientan tranquilos".

Datos para la investigación

La interacción de los usuarios ofrece una información de gran valor, explica el creador de la plataforma. "Aprendemos muchísimo sobre la enfermedad, sobre cómo la vive cada persona e incluso la diferencia entre países; aunque sea un tópico, no tiene nada que ver cómo se vive una enfermedad en España o en un país latino a cómo se vive en Alemania. Eso te permite conocer qué es importante para un enfermo de una determinada enfermedad en un determinado país", señala. "Toda esa información acumulada nos da cada día más inteligencia sobre el mundo de la salud y puede ser utilizada por la administración o por la industria y el mundo médico, para ayudar a convivir un poquito mejor con la enfermedad".