Cien nuevas camas para luchar contra el ébola

Este centro es la operación de mayor envergadura que realiza Médicos del Mundo y es excepcional, según explica Feli Ibáñez, directora de Operaciones Internacionales de la ONG. Extraño por la magnitud y por las partes implicadas en el proyecto. Por una parte, está Médicos del Mundo Gran Bretaña colaborando con sus colegas españoles; los servicios de agua, saneamiento e higiene dentro del centro serán facilitados por la organización especializada Solidarités International y Acción Contra el Hambre Francia también está implicada para las actividades extra hospitalarias. En cuanto al personal, este procederá del servicio de salud británico (NHS), además de con plantilla seleccionada desde España y personal clínico procedente de Noruega.

La financiación corre a cargo de la Agencia de Cooperación británica, que ha aportado nueve millones a este centro especializado situado al este de Freetown, capital de Sierra Leona. Es increíble comprobar cómo lo que hace solo un mes era un campo embarrado será pronto un centro de lucha contra el ébola a pleno funcionamiento, con una estructura sólida y excepcionales estándares de seguridad", afirma Gareth Walker, director homólogo de Ibáñez en Médicos del Mundo Gran Bretaña. La construcción de las instalaciones ha corrido a cargo de equipos de ingenieros del Ejército británico.

Ibáñez destaca que en Moyamba, centro que se unirá al de Koinadugu, trabajarán unas 400 personas, de los que entre 60 y 80 serán expatriados. Realizamos turnos de seis semanas. Es un tiempo muy corto porque se vive una situación muy estresante, añade Paula Farias, responsable del ébola en Médicos del Mundo. La plantilla que se incorpore contará con cinco días de formación en el Reino Unido antes de volar a Sierra Leona, donde asistirán a tres días más de preparación. Una plantilla que podría contar con más presencia española si el Sistema Nacional de Salud (SNS) no pusiera tantas trabas.

Estos profesionales no consiguen, como en otras crisis humanitarias, los permisos retribuidos como sí han podido otros compañeros europeos. «En Gran Bretaña, hay una lista con mil médicos que quieren ir a África. Y en Noruega, otros 200», comenta Ibáñez. Ante esta situación, está ONG insta a las administraciones a que se agilicen las peticiones para que los profesionales sanitarios «no tengan que ir en sus vacaciones» y puedan ayudar «como han hecho siempre». «Necesitamos personal de enfermería básico, pediatras, gente de Atención Primaria. Tendría que haber una declaración de emergencia internacional para poder atajar esta enfermedad», incide la cooperante.