Rolls-Royce, la estatuilla más famosa cumple un siglo
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El Espíritu del Éxtasis, la estatuilla que lucen los Rolls-Royce en el radiador, cumple un siglo prodigando en oro, plata o bronce el poderío de su propietarioLos primitivos coches montaban termómetros de gran tamaño sobre el tapón del radiador para que el conductor pudiera ver la temperatura del motor. Luego, el termómetro pasó al salpicadero y muchos fabricantes instalaron en el tapón su emblema: estrellas, leones, jaguares o esculturas. De estas ... últimas destaca el Spirit of Ecstasy (Espíritu del Éxtasis), un diseño patentado por Rolls-Royce el 6 de febrero de 1911.
Un cliente de la marca, lord Montagu de Beaulieu, sugirió que se podía poner un adorno en la tapa del radiador. Así nació la figurita, de unos diez centímetros, que fue creada por el ilustrador y escultor Charles Sykes.
El encargo se lo hizo su amigo y primer director general de Rolls-Royce, Claude Johnson. La escultura está inspirada en su secretaria y supuesta amante, Eleanor Velasco Thorn. La figura original se llevaba un dedo a la boca pidiendo silencio, al parecer en referencia a la relación secreta que tenía la secretaria, de 22 años, con su jefe.
El diseño finalmente salió con los brazos de la mujer hacia atrás. Su diseño ha sufrido ligeras modificaciones con los años. Unas veces aparece más erguida, en otras más agachada, pero siempre vestida con una vaporosa túnica que se agita al aire y resalta sus encantos femeninos.
Durante los primeros diez años, la figurita era instalada en el coche de manera opcional. Al principio fue de acero, modelo que hoy es gratis. También se ofrece como opción en oro de 24 kilates por unos 8.500 euros, en plata 925 por unos 3.500 y en bronce por unos 935 euros. También puede ser iluminada, de color negro, transparente o cubierta de diamantes.
Para una persona que puede pagar cerca de 300.000 euros por el Rolls-Royce más económico, la estatuilla solo es un aditamento más para el vehículo.
En las primeras ediciones, para evitar las tentaciones a los 'amigos de lo ajeno', el Espíritu del Éxtasis se podía desmontar. Con la llegada de las nuevas tecnologías, la estatuilla es totalmente escamoteable. Solo con apretar un botón se oculta dentro de la parrilla del radiador, siempre voluminosa en el frontal de un Rolls. Pero si el dueño del coche la dejara a la vista, tampoco supondría un problema. El coche la oculta de manera automática si detecta que están intentando arrancarla.
Desde los años 30 comenzó a ofrecer un Espíritu del Éxtasis arrodillado. Estaba destinado a los vehículos que adquirían las casas reales y los jefes de Estado. La reina Isabel II de Inglaterra sustituyo la figurita de la mujer en su Phanton IV por una de san Jorge.
El último Espíritu del Éxtasis fue creado en 2022 y se estrenó en el coupé Spectre, coche que nada tiene que ver con la película del mismo nombre protagonizada por el célebre agente británico 007. En los Rolls-Royce actuales la escultura es más parecida a la original. También hay una variante: es unos dos centímetros más pequeña para los modelos eléctricos.
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