J.M.L.
Cuenca
Jueves, 1 de agosto 2024, 10:57
Un estudio de la Universidad de Castilla-La Mancha ha revelado que el riesgo de los niños con obesidad de sufrir depresión ha aumentado hasta el 41 por ciento tras la pandemia por Covid-19 mientras que entre los pequeños con peso normal ronda el ... 20 por ciento. El trabajo, realizado por el Centro de Estudios Sociosanitarios de la Facultad de Enfermería de Cuenca entre niños de 9 a 11 años, se enmarca en un estudio más amplio sobre el ejercicio físico en el centro escolar.
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Según sus resultados, basados en encuestas contestadas por los propios niños acerca de su estado de ánimo y la percepción de su vulnerabilidad, el riesgo de sufrir una depresión es mayor entre los niños obesos (33 por ciento) que entre las niñas (28 por ciento) cuando históricamente solía ser al revés.
Según el responsable de esta investigación, Vicente Martínez Vizcaíno, que también dirige el Centro de Estudios Sociosanitarios de la Facultad de Enfermería de Cuenca, los datos son «preocupantes» ya que, según los últimos datos del estudio «Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad» (ALADINO) realizado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), cerca del 40% de los niños españoles tiene exceso de peso (23,3 por ciento sobrepeso y 17,3 por ciento obesidad) siendo la obesidad más frecuente entre los niños y el sobrepeso entre las niñas.
Además, durante la adolescencia, el exceso de peso en España se sitúa en el 32,5 por ciento, siendo el descenso de la obesidad el responsable de esta reducción, pasando del 17,3 al 9,7 por ciento mientras que el sobrepeso desciende ligeramente hasta el 22,8. A pesar de la diferencia respecto a la infancia, se sigue considerando una «epidemia» para esta franja de edad, según el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030) del Ministerio de Sanidad. Y es que en las dos últimas décadas, la obesidad se ha duplicado en el caso de las niñas y las adolescentes (de 8 a 16 años) hasta alcanzar el 10,1 por ciento mientras que en los niños y en los adolescentes la cifra permanece estable (15,1 por ciento).
Ante estos datos, el estudio de Cuenca advierte del riesgo de un aumento de casos de diabetes y enfermedades cardiovasculares en el futuro y propone como medidas de prevención evitar el sedentarismo y fomentar el ejercicio físico en los colegios.
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Pero la pandemia no sólo ha incrementado el riesgo de depresión entre niños obesos sino que, además, ha empeorado las cifras de obesidad en niños y adolescentes, sobre todo si su nivel socioeconómico es menor, según un reciente informe del Ministerio de Sanidad. En este sentido, el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil subraya que la reducción de la movilidad y de la interacción social, el incremento del uso de pantallas, el aumento de consumo de alimentos con alto contenido en azúcares, grasas y sal –especialmente en hogares en los que la pandemia ha tenido un mayor impacto económico— y la dificultad de acceso al sistema sanitario son factores que podrían haber favorecido un incremento de la obesidad infantil durante la pandemia de COVID-19.
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