La Familia Real rompe definitivamente con la tradición de la misa de Pascua en Mallorca

En su lugar, los reyes han visitado por sorpresa la Pasión de Chinchón. Un plan 'privado', ya que no estaba recogido en la agenda oficial, al que acudieron acompañados por la princesa Leonor y la infanta Sofía. Los cuatro disfrutaron de la escenificación de la Pasión de Jesucristo en esta localidad madrileña y se les pudo ver encantados mientras hacían vídeos y fotografías del evento. Quien sí permanece fiel a Mallorca es la reina Sofía, acompañada por su inseparable hermana Irene.

Por su parte, el rey Juan Carlos parece estar creando sus propias costumbres. Mientras que la Semana Santa pasada el monarca emérito recibía la visita de sus dos hijas y de sus nietos Victoria Federica, Irene, Miguel, Juan y Pablo, como quedaba plasmado en una fotografía, este año ha sido solo la infanta Elena quien ha acudido al encuentro de su padre y también de su hijo Froilán que se encuentra en Abu Dabi desde febrero, siguiendo los pasos de su abuelo para alejarse de las polémicas que le venían persiguiendo.

La instantánea, publicada en exclusiva por la revista '65 y más' ha sido tomada a las puertas del Centro Abrahámico, un espacio para que invita a la coexistencia de las religiones y la práctica de la fe situado en el Distrito Cultural Saadivat de la capital de los Emiratos Árabes Unidos. Parece que el rey Juan Carlos y su familia no ha querido dejar de conmemorar la resurrección de Jesucristo en el país árabe donde también recientemente el soberano emérito organizó una misa con motivo del 30 aniversario del fallecimiento de su padre, don Juan.

Fue en 2007 cuando la puerta de Catedral de Palma empezó a vivir las primeras bajas. En aquella ocasión faltaron el príncipe de Asturias y su mujer que se encontraba en un avanzado estado de gestación. No en vano, la infanta Sofía nació unas tres semanas después. Poco podían imaginar que aquella ausencia sería la primera muchas. En noviembre de ese mismo año, la Casa Real anunciaba el «cese temporal de la convivencia» entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar. El padre de Froilán y Victoria Federica desaparecía así de cualquier acto público de la Familia Real y en 2008, para evitar cualquier polémica, no solo él sino su exmujer y sus hijos evitaban el posado mallorquín.

Desde entonces, la reunión para la misa de Pascua se fue reduciendo, pero Juan Carlos y Sofía, junto a los príncipes de Asturias y sus hijas permanecían inamovibles, con apariciones esporádicas de las infantas. Al menos, hasta que el inicio del caso Nóos, cuando Iñaki Urdangarín y la infanta Cristina, junto a sus descendientes, fueron también apartados del cónclave familiar.

Parecía que la cosa ya no podía ir a peor cuando la abdicación del Rey Juan Carlos hizo que la infanta Elena también desapareciera de la fotografía. Desde entonces, nuevos escándalos ligados a la figura del monarca emérito lo hicieron salir del país en 2022, aunque la última vez que acudió a la misa de Pascua en Palma de Mallorca fue aquel aciago 1 de abril de 2018 que será recordado para siempre como el día que se escenificó públicamente la mala relación entre la reina Sofía y la entonces princesa Letizia.

Un año después, todavía perduró la costumbre, pero la pandemia del coronavirus se convirtió en la excusa perfecta para no viajar a Palma durante la Semana Santa, algo a lo que parece que le han cogido el gusto. Así, después de que los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas faltaran el año pasado, cuando comenzó a retomarse la normalidad postpandémica a pesar de las mascarillas, este año ha sido la confirmación de su ruptura con esta tradición.