Un ser vivo que estaba a 40 metros bajo la superficie helada de Siberia se había preparado a sí mismo para permanecer inactivo, desecado y casi muerto. Lo que ha estado inanimado desde el Pleistoceno es un gusano de la familia de los nematodos, que ... estuvo envuelto en un nido vegetal fosilizado y depositado en limo, hasta que unos científicos de varios institutos rusos, alemanes y suizos le resucitaron. Desde el inicio de su sueño hasta ahora han pasado unos 46.000 años (entre 45.839 y 47.769), según las pruebas de carbono recogidas en un artículo publicado este jueves en la revista 'Plos Genetics'.
Publicidad
Ya en el laboratorio, los científicos primero los «preacondicionaron» con una humedad alta del 98% durante cuatro días. Al sentir las condiciones favorables para despertar, los nematodos comenzaron a sintetizar un tipo de carbohidratos (trehalosa). También fueron rehidratados con 500 microlitros de agua durante un par de horas. Renacieron después de «una noche de incubación» a 15ºC y les alimentaron con bacterias 'E. coli' en su nuevo hogar, unas placas de petri. También se comprobó que, una vez renacidos, los organismos aumentaban su producción interna de glucosa.
Volvía así a la vida una especie extinta, desconocida en la actualidad, que los investigadores han llamado 'Panagrolaimus kolymaensis', después de la criptobiosis (estado de latencia) más larga reportada en esta familia de gusanos. Sí se habían documentado casos de individuos similares que permanecieron durmientes durante «miles de años», aunque nunca con periodos tan largos como detectado ahora.
El récord, sin embargo, lo tiene una espora de 'Bacillus' que pudo revivir después de estar en el abdomen de una abeja conservada en ámbar durante un tiempo estimado entre 25 y 40 millones de años, expone el equipo científico de los institutos de Problemas Fisicoquímicos y Biológicos en la Ciencia del Suelo y del Max Planck de Biología Celular, Molecular y Genética, entre otros centros de investigación.
«Nuestros hallazgos demuestran que los nematodos desarrollaron mecanismos que potencialmente permitían suspender la vida en escalas de tiempo geológico», aseguran los autores de 'Una nueva especie de nematodo del permafrost siberiano comparte mecanismos de adaptación para la supervivencia criptobiótica con la larva de 'C. elegans'. «La supervivencia a largo plazo de individuos de algunas especies puede llevar a la refundación de linajes extintos».
Publicidad
La descripción científica de los individuos descongelados, encontrados en una «madriguera de roedor fósil», corresponde a gusanos con un tamaño de algo más de 220 micras de largo y un ancho de unas 10 micras. El «cuerpo en forma de huso», de cutícula fina, posee una treintena de anillos. La boca tiene seis labios, las papilas están separadas, los genitales se asientan en la parte dorsal, el bulbo es musculoso y fuerte y el intestino presenta gránulos. En su interior estomacal no había contenido. Entre los revividos había hembras con «uno o dos huevos maduros en el útero».
La especie de gusano que hibernó 46.000 años era capaz, como otros de su género, de bajar drásticamente el consumo de oxígeno, disipar el calor y disminuir su humedad. Este último proceso, según el estudio, puede ser clave tanto para su latencia como para su resurrección: los individuos que sobrevivieron más tiempo tras su reanimación, fueron desecados –como ellos habían hecho cuando estuvieron en plena actividad hace miles de años–, antes de ser calentados y rehidratados.«Después de la descongelación, los animales reanudaron su crecimiento y reproducción, con una progenie en números similar a la de los sujetos del control».
Publicidad
Al aplicar la estrategia de la especie recién descubierta a la otra similar, la 'elegans', los investigadores, encabezados por Anastasia Shatilovich, determinaron que también podría «sobrevivir durante períodos de tiempo extremadamente largos».
Además agregan que «este trabajo sugiere que las fluctuaciones en el medio ambiente también determinan el tiempo que un organismo puede permanecer en un estado criptobiótico», debido a que en el laboratorio experimentaron con el camino inverso, el de la vuelta al letargo. Se encontró que si los gusanos se desecaban a temperatura ambiente, morían al cabo de un máxino de diez días y de manera instantánea perdían la vida si se congelaban directamente a -80ºC. La disminución de la humedad de sus cuerpos y el congelamiento debía ocurrir al mismo tiempo. Entonces, podían estar en ese estado de criptobiosis y resucitar durante un periodo largo. En el estudio llegaron a reanimarlas después de 480 días.
Publicidad
«Sorprendentemente, bajo estas condiciones, no hubo una disminución significativa en la viabilidad», indican los autores. La «combinación de anhidrobiosis y congelación» es esencial para esa singular supervivencia.
El estudio hizo un exhaustivo análisis de su genoma, y encontró similitudes con los genes de otro organismo, el 'Caenorhabditis elegans'. Usando a este último como control y sometido a varias pruebas, se comparó su estrategia de supervivencia que desplegaron estos nematodos en la región del río Kolyma –del que se deriva el nombre de la recién bautizada especie–, en el noreste de Siberia (Rusia).
Publicidad
Recolectada la muestra en 2002, el genoma era de «alta calidad» y permitió verificar que esta especie resucitada al calor del laboratorio tiene un mecanismo molecular y enzimático celular capaz de sintetizar diferentes tipos de glucosa «para facilitar la supervivencia en condiciones desfavorables». Antes de pasar a su estado latente, cada uno se somete a un proceso de desecación, en el que expulsan la humedad de sus cuerpos. Con esta estrategia pueden mantener la vida en condiciones de bajos nutrientes, alta densidad de población, suspensión de procesos vitales (anhidrobiosis) o congelación.
Al comparar su «conjunto de herramientas moleculares para criptobiosis» se halló, mediante técnicas de ortología y filogenética, que ambas especies contienen genes implicados en la criptobiosis. Es decir, la capacidad de sobrevivir después de un prolongado periodo de inactividad está en los genes.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.