Rescatan a tres menores en Vitoria que vivieron solos un mes tras morir su madre

En esas semanas faltaron a clase. Y la mayor, además, se hizo cargo del benjamín, con una discapacidad del 90%. Ella se encargaba de las comidas y de labores cotidianas del día a día en el interior de la vivienda. El caso llegó a oídos del Consejo del Menor de la Diputación de Álava, que envió a técnicos al bloque para interesarse por la situación de los chicos. Ni les abrieron la puerta. «Hubo dos avisos ordinarios y los menores siempre se negaron a mantener cualquier tipo de contacto», reconocen desde la administración foral. Al parecer, su conducta estuvo mediatizada por «alguien» de su entorno.

A partir de ahí, la Diputación tocó otra puerta, la de la Justicia. Ya con una orden expresa de la titular de Familia número 8 regresaron al portal. Pero esta tercera vez acompañados por patrulleros de la Ertzaintza, una letrada de la administración de justicia y una ambulancia. Esta escena, deslizan fuentes policiales, ocurrió el pasado jueves 20.

Ante la nutrida comitiva congregada delante de su hogar, los menores esta vez sí se asomaron al rellano, aunque continuaron con su rechazo tajante a abandonar la casa. Erre que erre. La única opción que quedó fue la intervención de los agentes. Lo hicieron escudo en mano por el «histerismo» de la mayor de los hermanos.

Esa secuencia –en la que proliferan los gritos y la chica acaba inmovilizada por los ertzainas– fue grabada desde un teléfono móvil escondido en el interior del domicilio. Posteriormente, el vídeo se remitió a Ecuador, de donde es originaria esta familia. Esta misma semana, un programa televisivo de aquel lugar la emitió a bombo y platillo y hasta la tildó de «secuestro». De hecho, el caso vitoriano se ha hecho viral por aquellas latitudes.

Pero ni rapto ni nada parecido, aseguran desde la Diputación. «El día 20 se ejecutó una tutela de urgencia y planificada con menores en situación de mucha vulnerabilidad», atajan desde el Palacio de la Provincia. En casos extremos, esta administración suele recurrir a la vía judicial para hacerse cargo de chicos a los que sus familias no pueden atender o simplemente no quieren. Por ejemplo, hace unos meses, técnicos forales recogieron un recién nacido del hospital Txagorritxu ante la imposibilidad de que su madre lo cuidara. La maniobra se desarrolló con la escolta de varios policías locales por el «riesgo» de que familiares de esta mujer trataran de impedirlo.

De vuelta a la historia de los tres menores, la chica de 14 años y su hermano de 12 han sido reubicados «en un centro» ubicado en un barrio de la capital alavesa. Ambos han vuelto al colegio, que no pisaban desde la pérdida de su progenitora. Mientras que al benjamín le cuidan en una institución local especializada en esta clase de casos. Es totalmente dependiente. «Todos se encuentran en buena situación, atendidos y aseados. Los dos mayores han vuelto a ser escolarizados con absoluta normalidad», insisten en el Consejo del Menor.

Ante el revuelo armado al otro lado del charco, la Diputación se ha puesto en contacto con el cónsul de Ecuador en Bilbao. «Se ha establecido un canal de comunicación para que las autoridades de aquel país conozcan cada detalle del caso».

Y todo indica que habrá novedades en un futuro próximo. El Ministerio de Justicia acaba de remitirles un comunicación en la que informa de la petición oficial de la abuela de los tres menores de hacerse cargo y recibir su tutela legal. Para ello, ha solicitado de manera formal una VISAurgente –un salvoconducto– para volar a España, presentarse en Vitoria y subirse a un vuelo hacia su país con sus tres nietos de la mano.

De momento, el Consejo del Menor estudia la petición, aunque generalmente suelen aprobarse. Los niños carecen de más familia en España. De su tía asentada en Portugal nada se sabe desde que les abandonó a su suerte.