Rescatan a un menor que malvivía desde hace años entre montañas de basura en Estepona

Fue una vecina. Una mujer que reside en la zona alertó a las autoridades de la situación y su aviso no pasó inadvertido para los servicios sociales y la Fiscalía de Menores, que encargó la investigación a la Unidad del Cuerpo Nacional de Policía adscrita a la Junta de Andalucía.

Los agentes, acostumbrados a trabajar con menores, muchos de ellos en situaciones límite, se toparon con uno de los casos más graves que han visto en los últimos años. El menor residía con su padre y con su abuela en un mar de basura. Las bolsas de desperdicios, apiladas, llegaban a superar el metro de altura en algunas estancias.

En la vivienda, además, había más de 20 perros, algunos de ellos con enfermedades y graves infecciones, a los que, según las pesquisas, no solían sacar a la calle, por lo que la suciedad se acumulaba por todas partes. Los policías encontraron incluso telarañas de gran tamaño.

El inmueble, además, llevaba mucho tiempo sin suministro de agua ni de luz, según relataron las fuentes consultadas. El menor se las apañaba para alimentarse con un bocadillo o unos dulces. Los policías también detectaron que asistía mal aseado al instituto.

La investigación ha concluido que esta situación no era nueva, ni siquiera reciente. El menor no supo decirles con exactitud la fecha, sólo que, de un día para otro, su padre empezó a traer a casa bolsas de basura que encontraban en la calle.

Los agentes calculan que el adolescente podría llevar al menos cinco años viviendo en una precariedad extrema y en unas lamentables condiciones de insalubridad. Sin embargo, el caso no ha sido detectado hasta ahora. Las autoridades también investigarán por qué.

Las fuentes consultadas precisaron que los servicios sociales habían intentado contactar con la familia y habían visitado la vivienda, pero, al parecer, nadie les abría la puerta. También indicaron que habían dado al padre un plazo para normalizar la situación, algo que no ocurrió.

Al recibir el primer informe, la Fiscalía solicitó al Servicio de Protección de Menores que decretara el desamparo provisional del adolescente, que ya ha ingresado en un centro y se está recuperando de todo lo que ha vivido en los últimos años.

La investigación desembocó en la detención del padre por un presunto delito contra los deberes inherentes a la patria potestad, así como por un delito de maltrato animal. La abuela no llegó a ser arrestada, aunque figura en las diligencias en calidad de investigada. Al parecer, la madre del menor no vivía con ellos. Ni siquiera reside en Estepona.

Tras la intervención policial, los servicios operativos procedieron a la limpieza de la vivienda, de la que se sacó una enorme cantidad de basura, y retiraron a los perros para que fuesen atendidos en el parque zoosanitario.