El obispo Santos Montoya agradece «la vida y ministerio al servicio de la Iglesia y del mundo» del Papa

La noticia del fallecimiento del Papa Francisco ha provocado una profunda consternación en la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. El obispo, monseñor Santos Montoya, ha enviado el pésame a su familia, amigos y personas allegadas que han trabajado más estrechamente con él a lo largo de este tiempo de pontificado: «Que el consuelo de la fe los anime en la esperanza de la vida eterna».

«Nos sumamos a la plegaria de la Iglesia Universal por el eterno descanso de un trabajador infatigable del Evangelio, que se ha marchado de este mundo bendiciendo ayer en Roma al mundo con la bendición Urbi et Orbi. Deseando la paz a todos, damos gracias a Dios por su vida y ministerio al servicio de la Iglesia y del mundo, a favor de la dignidad humana y hacia los más desfavorecidos. Que el Dios de la bendición, que ayer él impartía, lo haya cogido en su seno para el gozo eterno en el que confiamos. Gracias, Papa Francisco», explica el comunicado de la diócesis.

De momento, la misa que convocará la diócesis, al igual que en el resto del mundo, tendrá que esperar, ya que no se puede celebrar antes de las exequias que se oficiarán en la basílica de San Pedro en Roma. Una vez celebradas éstas, durante el período llamado de novemdiales, se organizará un funeral de carácter diocesano en la Santa Iglesia Catedral, y las parroquias y otras comunidades podrán hacerlo también una vez que se haya llevado a cabo el funeral diocesano. De momento, no hay fecha para esa celebración.

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En los días antes de la misa exequial en Roma, se puede pedir en las celebraciones de la misa por el papa difunto en el memento correspondiente, y añadir intenciones por él en la oración de los fieles. También se pueden organizar actos de devoción y piedad, como el rezo del Santo Rosario u otros que parezcan adecuados