Hotel Santa Ana, de Atienza.

Un pueblo de Guadalajara se niega a acoger a un grupo de turistas argentinos atrapados en España  

El hotel rural que se había ofrecido para alojarlos durante el estado de alarma ha tenido que renunciar por la presión vecinal  

J.V. Muñoz-Lacuna

Guadalajara

Sábado, 25 de abril 2020, 14:04

El Ministerio de Asuntos Exteriores español y la Embajada de Argentina en España están buscando una solución para un grupo de 30 turistas argentinos atrapados en nuestro país por el cierre de fronteras provocado por la crisis sanitaria del coronavirus. Los 30 turistas iban ... a ser conducidos esta semana al hotel rural Santa Ana, de Atienza (Guadalajara), un antiguo convento del siglo XVIII reconvertido en alojamiento hotelero, pero la negativa vecinal lo ha impedido.

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El alcalde, Pedro Loranca, había expresado su rechazo a esta decisión tanto a la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara como a la Junta de Castilla-La Mancha y había amenazado con adoptar medidas legales bajo el argumento de que en Atienza, municipio de apenas 500 habitantes, no hay un solo caso de coronavirus, por lo que «entre los vecinos hay temor por un posible contagio para la población más envejecida, que es muy numerosa, y yo entiendo la solidaridad como ayuda a mis vecinos».

El hotel, de 32 habitaciones, cuyo director es también argentino, está incluido en el anexo de establecimientos que constituyen el retén de alojamientos de guardia en Castilla-La Mancha recogidos en una orden ministerial publicada en el Boletín Oficial del Estado el 23 de marzo. En un comunicado, el propietario ha subrayado que su único fin era «solidario» y se pone a disposición de la Embajada de Argentina «para ayudar a mis compatriotas de cualquier otra manera». No obstante, la propiedad del hotel dice entender «la preocupación y los argumentos del alcalde».

Miedo o insolidaridad

Pero la negativa del alcalde de Atienza no ha sentado bien en la Junta de Castilla-La Mancha. Según el delegado de la Junta en la provincia de Guadalajara, Eusebio Robles, «es importante resaltar que no se trataba de un grupo de personas que vendrían a hacer turismo a Atienza ni a otra comarca de Guadalajara, sino que permanecerían confinados en el hotel mientras durase el estado de alarma». Así las cosas, los 30 turistas argentinos siguen a la espera de una solución y se sienten víctimas del miedo o de la falta de empatía e insolidaridad o bien de ambas a la vez.

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