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J.M.L.
Cuenca
Miércoles, 3 de enero 2024, 11:12
El pequeño pueblo de Huelves (Cuenca), con 110 habitantes censados de los que sólo unos 70 residen en invierno, llevaba cuatro décadas sin comercios en el municipio. Sus vecinos, muchos de avanzada edad, se han visto obligados durante estos largos años a desplazarse 15 kilómetros ... hasta Tarancón (Cuenca), cabeza de comarca, para comprar lo más básico.
Eso hasta que Patricia Jiménez, una joven descendiente de Huelves, decidió regresar al pueblo de sus antepasados junto a su pareja David veinte años después de haber emigrado con su familia a Mallorca. «Cuando llegamos aquí nos dimos cuenta de que faltaba algo tan fundamental como una tienda para comprar algo tan básico como una barra de pan», explica Patricia. Fue entonces cuando acordaron emprender esta aventura empresarial y vital en este pueblo de la España Vaciada que desde la década de los 60 del pasado siglo no ha hecho más que perder población registrándose su récord de empadronados en el año 1940 con 652 habitantes.
Su nombre es «Las Cuatro Esquinas» y en ella dispensa desde pan y productos de alimentación como congelados, conservas, bebida, fruta y verdura hasta artículos de limpieza y droguería o farmacéuticos como alcohol o agua oxigenada.
«Es una inversión de vida», explica Patricia, que considera su tienda «un centro de encuentro social para los vecinos del pueblo porque aquí vive mucha gente sola y muchos vienen a buscar compañía y conversación». «Hace dos años tomé la decisión de volver y de invertir los ahorros y me reinventé también con la ayuda de mis padres», añade Patricia. Para ello, Patricia y su pareja han convertido parte de su casa familiar en tienda acondicionando lo que hace décadas fue un dormitorio y abriendo un acceso público al exterior. De hecho, «Las Cuatro Esquinas» se encuentra en el bajo de la casa familiar.
«Ya estábamos un poco agobiados de estar en Mallorca y me dije que iba a volver con la familia a ver qué tal», recuerda Patricia, que no se arrepiente de esta decisión porque el pequeño negocio funciona.
Los vecinos de Huelves encuentran en esta tienda el pan diario y todo tipo de productos además de churros, porras y chocolate los sábados y domingos siempre que se encarguen previamente. También por encargo vende carne y ofrece café para llevar a sus paisanos, que hasta ahora tenían que conformarse con la venta ambulante o bien desplazarse a pueblos vecinos para adquirir lo más necesario.
Los vecinos se muestran encantados. Su alcaldesa, María Dolores Asensio, del PSOE, afirma que «era necesario después de 40 años sin tienda». La teniente de alcalde, Carmen Ranchal, destaca el carácter social del proyecto: «La gente viene a charlar un rato y a contarse sus cosas».
El futuro de este colmado parece despejado siempre que Huelves no deje de perder población. Y es que el pueblo también forma parte del Camino de Santiago por la ruta de Uclés (Cuenca), trayecto que el pasado año realizaron cerca de 3.000 peregrinos que ahora tendrían la oportunidad de comprar en esta tienda resucitada. Además, Huelves incrementa su población en días festivos y fines de semana, con lo que quienes regresan al pueblo esos días «pueden comprar aquí sin necesidad de venir cargados desde sus casas», aventura Patricia, que ha devuelto algo de vida a su pueblo.
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