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J. M. L.
Cuenca
Sábado, 14 de septiembre 2024, 12:50
Carrascosa del Campo es un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca de apenas 500 habitantes que se ha convertido en un libro abierto para saber cómo era la vida en la Tierra hace 30 millones de años cuando se pasó de un clima tropical ... a un enfriamiento global del planeta debido a un cambio climático.
Arqueólogos de varias universidades europeas como las madrileñas de la Complutense y Alcalá de Henares, Cambridge (Reino Unido) o Gotemburgo (Suecia) están investigando en el yacimiento paleontológico del Cerro Arenoso de esta localidad conquense qué animales habitaban esta zona de la Península Ibérica.
«Hace 30 millones de años este lugar tenía un clima tropical y aquí había ríos y lagos, como evidencia la presencia de cocodrilos y tortugas», explica Fernando Blanco, uno de los codirectores de la excavación.
De momento, estos investigadores han encontrado fósiles de parientes y antepasados de los actuales rinocerontes y de otros mamíferos como tigres dientes de sable. Esta especie –distinta a la del actual tigre- era un carnívoro que podía llegar a pesar más de 300 kilos y destacaba por sus colmillos de más de 20 centímetros de longitud. También han hallado fósiles de «amphicyon», más conocido como perro-oso porque tenía una morfología similar a los perros y osos actuales. Un animal que medía 2,5 metros y pesaba más de 500 kilos y que, aunque era omnívoro, su dieta se basaba más en comer carne que plantas u otros alimentos. «Estamos muy sorprendidos por lo que estamos encontrando porque han aparecido muchos restos, lo que demuestra que este yacimiento tiene un gran potencial», apunta al respecto Ignacio Aguilar, codirector también de la excavación.
Su estudio será clave para saber más sobre la evolución de los ecosistemas con el cambio climático ocurrido entre los períodos geológicos del Eoceno y el Oligoceno cuando se pasó de un clima húmedo a otro helado. Las capas de hielo se expandieron, bajó el nivel del mar, los bosques se convirtieron en praderas y comenzó a escasear el dióxido de carbono. Fue entonces cuando se formaron los casquetes polares permanentes en la Antártida, lo que generó un enfriamiento global que persiste actualmente.
Como consecuencia de todo ello, cerca de dos tercios de las especies de mamíferos que habitaban Europa y Asia se extinguieron así como más de la mitad de las que vivían en África y la Península Arábiga. Las especies que sobrevivieron evolucionaron durante millones de años hasta nuestros días. El análisis de los restos de estos animales –algunos de ellos antepasados de los actuales cerdos, jabalíes, ciervos, bisontes, caballos o jirafas- permitirá saber más sobre aquella época gracias a este yacimiento conquense que se descubrió en 1965 durante las obras de construcción del trasvase Tajo-Segura. Este yacimiento fue el primero que demostró la existencia de animales de hace 30 millones de años en el interior de la Península y hoy sigue aportando conocimientos nuevos a los investigadores.
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