Ana Caballero

Abogada especializada en derechos de la infancia y transición digital

«En la protección de menores tiene que haber consenso político porque nos toca a todos»

Caballero, que también es vicepresidenta de la Asociación Europea para la Transición Digital, comparece este miércoles ante la comisión de Juventud e Infancia del Congreso de los Diputados para presentar el documento, donde aprovechará para pedir a los grupos parlamentarios «consenso» sobre las medidas propuestas por los profesionales. «Nosotros hemos hecho nuestro trabajo; ahora le pelota está en el tejado de los políticos», dice sobre un texto que debe ser un «primer paso» hacia generaciones 'tecnológicamente' sanas y críticas.

Al igual que el resto de los 50 expertos, la abogada no ha cobrado un euro por la elaboración del texto, un amplio diagnóstico de 150 páginas sobre el impacto de las tecnologías en los menores de edad, en el que también se analiza la responsabilidad de la industria y las herramientas de protección, entre otras cosas.

–¿Son conscientes de lo que supone dejar a un adolescente de 14 o 15 años sin redes sociales en su móvil? ¿Es realista esa recomendación?

–Somos conscientes de que ya hay una generación perdida. Por eso nos estamos centrando en dar visibilidad al problema, que se conozca para prevenirlo. Y el origen del problema son las plataformas tecnológicas extracomunitarias como Meta, Google o TikTok que generan un uso convulso y a veces adictivo de los móviles y de la tecnología. Y a estas compañías es necesario regularlas, pero la regulación es lenta y hasta que no llegue tenemos que enseñar a los menores las oportunidades de la tecnología, pero mostrarles también sus amenazas y riesgos.

­–Usted denuncia que las tecnológicas derivan la responsabilidad de que los menores hagan un uso adecuado del móvil a los padres y educadores e incluso a los propios adolescentes.

­–Absolutamente. Estoy muy molesta con esa industria. Lo del uso responsable es una falacia dentro de sus argumentarios para trasladar a padres, docentes y a los menores esa responsabilidad que corresponde a las propias compañías. Pero son ellas el origen del problema. No van a querer proteger a los menores y adolescentes porque son su 'target'. Lo que fomentan es que estén el mayor tiempo posible delante de la pantalla para recoger todos los datos posibles y luego ofrecerles productos y servicios para que los compren. Ese modelo de negocio es poco ético y en ningún caso mira por el interés superior del menor. Es muy hipócrita. Priorizan el beneficio comercial frente al del menor. Y ante esa actitud queda la regulación.

–¿Y los sistemas de verificación de edad?

–Se van a implantar. Porque lo que utilizan estas plataformas son sistemas de verificación de que el menor sabe leer cuando le preguntan si es mayor de 18 años. La Agencia Española de Protección de Datos ha demostrado que es un sistema perfectamente viable y que respeta la privacidad. Otra cosa es que las tecnológicas no lo quieran porque va en contra de sus intereses comerciales.

–El comité que usted ha presidido propone un etiquetado de los fabricantes con los riesgos para la salud que implica el uso adictivo de la tecnología… ¿Estamos hablando de mensajes del tipo 'Fumar mata'?

–Esas advertencias son necesarias para concienciar. Antes veíamos que en la tele todo el mundo sacaba un cigarrillo y con el tiempo se tomaron medidas. Ahora estamos en ese punto. Con una diferencia, el tabaco no aporta nada bueno, la tecnología sí. El problema es que hay modelos de negocio que aprovechan patrones oscuros y diseños persuasivos para obtener beneficios económicos sin importarles el perjuicio que causan al menor. Con el etiquetado estamos pensando en esa idea de advertir de 'Ojo que esto es malo para tu salud'. Pero todavía estamos en la fase inicial de visibilizar el problema, porque hay muchísimos padres que no conocen estos riesgos.

–¿Qué más proponen para los fabricantes?

–Que los dispositivos vengan de fábrica con el control parental instalado, que por defecto no se pueda perfilar al menor o hacerle un seguimiento de navegación, que esté capada la geolocalización e incluso la posibilidad de que los dispositivos vengan sin cámara incluida.

–El Parlamento de Australia acaba de aprobar una ley para prohibir a los menores de 16 años abrirse cuentas en las redes sociales con multas millonarias a las empresas que no cumplan…

–Nosotros no prohibimos, recomendamos. Otra cosa diferente es, como se propone en el informe, aumentar la edad del consentimiento para entrar en las redes sociales de los 14 años actuales a los 16. Eso es una medida dirigida a proteger a los menores, igual que los sistemas de verificación de edad o el etiquetado inteligente… todas estas cuestiones lo que te permite es limitar el acceso a contenidos que pueden ser nocivos para un menor, pero sí les permiten acceder a otros contenidos que pueden beneficiarles como el acceso a medios de comunicación o a la búsqueda de información.

–¿Qué destacaría del informe que ha coordinado?

–Se han planteado 107 medidas, pero no son la panacea. Son un punto de partida, el comienzo de un trabajo que debe crear generaciones sanas y críticas. Ahora hay que ver si hay interés en desarrollar políticas públicas.

–Abordan el riesgo de la tecnología en los colegios, ¿van a limitar el uso de aplicaciones pedagógicas?

–Se están utilizando muchas herramientas en los colegios y tenemos que valorar si redundan en una mejora en el aprendizaje y un beneficio para el alumno. Planteamos la eliminación de los sistemas de gratificación inmediata y un cribado de estas herramientas en función de si hay un beneficio para el alumno y si supone una mejora en el aprendizaje.

–Este miércoles va a poder exponer el informe n el Congreso... ¿qué le gustaría que los diputados captaran del documento?

–Lo más importante es hablar de esas empresas extracomunitarias que tiran la piedra y esconden la mano. Que abogan por la educación digital pero no quieren implementar medidas efectivas para cuidar a los menores. Voy a hacer hincapié en esa hipocresía y en esa falta de ética en sus modelos de negocio.

–¿Qué espera de sus señorías?

–Lo que busco es el consenso. Y pese a lo convulso del momento político, soy optimista porque cuando se protege a los menores no puede haber disensos. Esto es una cuestión que nos toca a todos. Espero que haya voluntad política. La eficacia de este informe pasa por el consenso político. Y lo más importante, que haya un interés político sincero y fuera de los tiempos mediáticos y oportunistas. El texto debe ser el inicio de un camino por parte de los poderes públicos porque es una demanda de la sociedad. Nosotros hemos hecho nuestro trabajo y ahora le pelota está en el tejado de los grupos políticos, en ese interés sincero.

–¿Qué escenario le gustaría ver dentro de cinco años?

–Que estos modelos de negocio hayan migrado a unos modelos éticos que cuidasen la salud de los menores, y que todo esto haya servido para movilizar a las instituciones, a los políticos, a la sociedad... para proteger a los menores en el entorno digital.

–Por cierto, ¿tienen móvil sus hijos?

–Mis hijos son todos menores de 12 años y por supuesto, ninguno tiene móvil.