Malas y malos de series

De profesión, sus venenos

Graves la describe como una maestra envenenadora, como una lianta centrada en que su hijo, Tiberio, sea el heredero de Augusto. 51 años estuvo casada con el primer emperador de Roma, iniciador de la dinastía Julio-Claudia. Y tiempo tuvo para hacer maldades, lo que incluía meterle en la cama jóvenes esclavas sirias o hacer de su nuera una ninfómana loca gracias a un mejunje.

Según Plinio el Viejo en su 'Historia natural', Livia rivalizaba con Julia la menor por quién tenía el enano más pequeño. Ganó Julia en categoría masculina y Livia en la femenina. Graves es novelista, pero tira de fuentes, no inventa del todo la historia. Cassius Dio, Tácito y Suetonio ya le proporcionan munición contra Livia. Hay más información sobre ella que sobre cualquier otra mujer del mundo romano, aunque a los historiadores modernos les haya resultado difícil evaluar su papel y el alcance de su poder.

Sí que parece pura invención lo del afrodisiaco hecho con moscas españolas que dio a Julia la mayor. Aunque se usara para erecciones masculinas, la dosis que le proporcionó la habría matado. Pero Livia asesinó a su primer marido. Luego a Marcelo, sobrino de Augusto, para que no lo nombrara heredero y porque odiaba a su madre, Octavia. Los siguientes tres herederos también pasaron por sus garras. Y al final, hasta Augusto, de 75 años, es asesinado con un higo envenenado en la propia higuera. Justo antes de morir, besa a Livia y le dice: «No olvides nunca la felicidad de nuestra vida de casados». Una señora muy lista. Parece un matrimonio más feliz que el de Siân Phillips con el borracho de Peter O'Toole.

Mary Beard ('Mujeres y poder') ha demostrado cómo esas historias divertidas y espeluznantes sobre mujeres poderosas del pasado han sido influyentes y afectan a la forma en que vemos a las mujeres poderosas de hoy. 'La vida ya es muy perra, no votes a una', se veía en carteles con la cara de Hillary Clinton. Y en las series de televisión es difícil dar con hombres más malos que las mujeres. Al menos si coinciden. Blake Carrington nunca va a parecer más malvado que Alexis en 'Dinastía'. Por perverso que sea Richard Channing, nunca va a ser peor que Angela Channing en 'Falcon Crest'. Claire da más miedo que Francis Underwood en 'House of Cards'.

En el caso de 'Yo Claudio, vamos a ver a tiparracos como Tiberio o Calígula. Pero, mira por dónde, la peor es Livia. El cerebro malvado de la corte. Tuvo gracia ese guiño de 'Los Soprano' llamando Livia a la madre de Tony (Nancy Marchand). Más mala que el baladre y que los mafiosos. Jack Pulman el adaptador de las novelas de Robert Graves para la televisión hace de Livia, en palabras de Mary Beard, «la presencia malvada y dominante de la primera mitad de la serie».

Según las fuentes, mientan o no, Livia no quería que Tiberio fuera emperador porque lo amara, sino por el poder mismo. Livia sería capaz de regalar a su hijo una moto por su último cumpleaños.