La principal fuente de agua dulce del planeta, amenazada

Proporcionan agua dulce a más de 2.000 millones de personas en todo el planeta; no en vano, se calcula que almacenan alrededor del 70% de la que hay disponible a nivel mundial. Pero el cambio climático está amenazando la continuidad de esta fuente primordial para la vida. Se trata de los glaciares, uno de los ecosistemas más sensibles al cambio climático. Las grandes formaciones de hielo de las que están compuestos están experimentado un «rápido retroceso» que ha llevado a los expertos en clima a lanzar un mensaje de alerta.

En esta ocasión, el SOS viene de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que confirmó recientemente el hecho de que 2024 ha sido el año más cálido jamás registrado y, en cuyas alertas periódicas, incluye la merma de los glaciares del mundo, que suman aproximadamente 275.000, con una superficie de unos 700.000 kilómetros cuadrados.

«En 2023, los glaciares sufrieron la mayor pérdida de masa en las cinco décadas de registros. Fue el segundo año consecutivo en el que todas las regiones del mundo con estas formaciones heladas informaron de una pérdida de masa. El derretimiento amenaza la seguridad hídrica a largo plazo de muchos millones de personas. Este año internacional debe ser una llamada de atención para el mundo», declaró Celeste Saulo, secretaria general de la citada organización mundial.

Por ello, en alianza con la UNESCO, han lanzado oficialmente el Año Internacional de la Preservación de los Glaciares este 21 de enero de 2025, iniciativa que califican como «un hito crucial» en los esfuerzos globales para proteger estas «torres de agua esenciales», que, al margen de su función ecológica, son consideradas claves para la estabilidad económica.

El objetivo de esta efeméride, que irá acompañada de diversos actos y que cuenta con el apoyo de 75 organizaciones internacionales de 35 países, es aumentar la conciencia general sobre el papel vital que desempeñan los glaciares, la nieve y el hielo en el sistema climático y el ciclo hidrológico, así como sobre los efectos de largo alcance del rápido derretimiento que experimentan.

Estás consecuencias previstas en un dilatado periodo de tiempo estarían relacionadas con en el suministro de agua a millones de personas en todo el mundo. A estas formaciones también se las conocen como las 'torres de agua del mundo' porque las cuencas de los ríos cuyas cabeceras se encuentran en las montañas suministran agua dulce a más de la mitad de la humanidad, incluso en la región del Himalaya-Hindu Kush y la meseta tibetana, conocida como el Tercer Polo.

Más a corto plazo, el derretimiento de los glaciares, la nieve y el hielo se traduce en un aumento de deslizamientos de tierra, avalanchas, inundaciones y sequías.

En esta situación, la OMM pide mejorar la recopilación y el análisis de datos sobre el estado de estas formaciones heladas, desarrollar sistemas de alerta temprana para peligros relacionados con los glaciares, como las que existen para las lluvias torrenciales, o promover la gestión sostenible de los recursos hídricos en las regiones que dependan de ellos.

«A los glaciares no les importa si creemos en la Ciencia; simplemente se derriten con el calor para que todos lo vean», dijo John Pomeroy, copresidente del consejo asesor y profesor de la Universidad de Saskatchewan, durante la presentación ayer a los medios del Año Internacional de la Preservación de los Glaciares.

«Nuestra agua congelada ha actuado como millones de pequeñas represas, reteniendo el agua hasta que la nieve o los glaciares se derritan, justo cuando la necesitábamos. La nieve y el hielo repone ríos, lagos y aguas subterráneas que luego sustentan los ecosistemas, la agricultura, la energía, la industria y el agua potable. Todo esto está ahora en riesgo a medida que el calentamiento global causa un rápido retroceso de los glaciares, inundaciones repentinas de lagos glaciares, sequías de nieve, pérdida de hielo marino, aumento del nivel del mar, descongelación del permafrost e incendios forestales», enumeró Carolina Adler, copresidenta del consejo.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, se prevé que los glaciares seguirán disminuyendo en casi todas las regiones del mundo a lo largo del siglo XXI.

Buena muestra de que la sociedad es consciente de ello, es el interés reciente que han levantado estos espacios naturales para una nueva modalidad de turismo que está en auge en 2025, esto es, el llamado «turismo de última oportunidad». Los glaciares se han convertido en destinos para aquellos que desean presenciar la majestuosidad de estas formaciones antes de que desaparezcan debido al calentamiento global.

Conscientes de esta ameanza real, los citados organismos quieren hacer llegar a la peste año, además de su importancia para el balance hídrico y económico de llas regiones, la idea de que los glaciares cumplen una función científica relevante, ya que contienen archivos irremplazables de la historia humana, ambiental y climática, y preservan registros cruciales del pasado de la Tierra dentro de su hielo ancestral. Estas «cápsulas de tiempo congeladas» brindan a los científicos datos sobre los patrones climáticos históricos, la composición atmosférica e incluso la actividad humana a lo largo de miles de años.

Finalmente, también forman parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad reconocido por la UNESCO. Por ejemplo, para los pueblos indígenas de Asia, América Latina, el Pacífico y África Oriental, los glaciares tienen un significado cultural y espiritual, ya que son considerados espacios sagrados y morada de deidades.

• Temas
• ONU
• Organizacion Meteorologica Mundial
• Unesco