Secciones
Servicios
Destacamos
ABEL VERANO | VIOLETA SANTIAGO
Santander
Lunes, 7 de noviembre 2022, 11:51
«A mi amiga le di un paquete con juguetes sexuales, no con el cráneo de Jesús Mari», ha dicho este lunes por la mañana Carmen Merino, la mujer que está siendo juzgada desde este lunes por la desaparición de su pareja sentimental Jesús Mari ... Baranda en Castro Urdiales- y cuya cabeza apareció en una caja en casa de una de sus amigas. Precisamente esa amiga a la que ella le dio una caja ha estado en el centro de su declaración de hoy, porque ha señalado que esa persona le tiraba los tejos al fallecido. Por este motivo, la acusada y Baranda dejaron de salir a cenar con ella y otros amigos. Merino también ha negado que hiciera búsquedas comprometidas en internet.
Ha sido una mañana de juicio muy intensa en la Audiencia Provincial de Cantabria, que ha terminado sobre las 14.30 horas. Mañana, martes, la procesada seguirá declarando. Este lunes, Merino ha llegado a la sede de la Audiencia a las 10.30 horas, escoltada por la Policía Nacional y se ha podido ver que ha cambiado el color de su pelo (de rubia con rizos ha pasado a llevar un tono castaño oscuro y pelo alisado). Se ha presentado en el juzgado con un bolso en la mano, ya que iba sin esposar. Tras todos los preliminares en la sala de vistas, la mujer inició su declaración poco antes de las 13.00 horas, si bien nada más empezar a hablar el juicio se ha tenido que suspender unos minutos para que la acusada pudiera ir al servicio.
Nada más empezar, se ha informado de que Merino solo va a contestar a las preguntas de su abogado y al jurado. No va a responder a lo que reclamen las acusaciones (Fiscalía y acusación particular) porque, según ha alegado, no confía «absolutamente nada en ellos». La procesada ha señalado que la actuación del fiscal y de acusación particular, que ejercen los hijos de la víctima, en estos tres años que ha durado el proceso «no me permiten confiar en ellos».
Su defensa ha intentado que la acusada declarase la última, pero el magistrado Agustín Alonso, que preside la sala, lo ha denegado. El juez también ha rechazado que el jurado pueda ir a la casa de la amiga que tenía el cráneo de Baranda en su casa (dentro de una caja) para una inspección ocular.
Está previsto que el juicio se prolongue durante diez jornadas más programadas a lo largo de dos semanas, hasta el viernes 18, día en que se llevará a cabo la deliberación y el veredicto del jurado, que está conformado por un hombre y ocho mujeres más dos suplentes. La cabeza del hombre apareció hace tres años dentro de una caja que la sospechosa -natural de Sevilla y que llevaba varios años conviviendo con la víctima en la localidad cántabra-, había entregado, meses atrás, a una amiga suya para que se la guardase.
A su llegada a primera hora de la mañana a las instalaciones judiciales, Merino no se tapó la cara al ver a los fotógrafos -ese había sido su gesto en anteriores ocasiones al ver prensa a su alrededor- y los profesionales han podido tomar sus imágenes, aunque desde una gran distancia. A la acusada se la ha podido ver cómo caminaba hacia las instalaciones judiciales con gran tranquilidad, aunque rodeada de agentes. Desde El Dueso ha sido trasladada a Santander por la Guardia Civil pero, tras pasar por la Comisaría de la capital, han sido miembros de la Policía Nacional quienes han tomado el relevo de su custodia.
En la zona de Las Salesas había medios de comunicación esperando para tomar imágenes de la mujer desde primeras horas de la mañana. Ante los micrófonos de televisiones y agencias, la abogada de la acusación particular ha señalado que «hay pruebas más que suficientes» contra Carmen Merino, «si no, no estaríamos aquí», ha defendido Ana Quintana antes de entrar a la sesión judicial. También ha indicado que «hay un cráneo y sí se han podido practicar autopsias», en contra de lo dicho por la defensa de la mujer.
La abogada ha sido rotunda a la entrada en el recinto de Las Salesas, en el que se han concentrado varios medios de comunicación por el interés que despiertan las sesiones, que se celebrarán a puerta abierta, en contra de lo solicitado por la defensa de Merino. «Hay pruebas más que suficientes para desvirtuar el principio de inocencia», ha contestado la letrada a la pregunta de si existen indicios inculpatorios contra la mujer juzgada. Pero al tiempo, la profesional teme que Merino no vaya a contestar a las preguntas de la acusación y se limite «única y exclusivamente a responder a su defensa» para crear su versión «hasta donde pueda».
Quintana ha recordado que la acusación pide para Carmen Merino prisión permanente revisable y, si esta pena no se estimara, con carácter subsidario, se reclaman 25 años de cárcel.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.