El PP critica el plan de Marlaska de bajar la tasa de alcohol y Vox lo acusa de querer prohibir el coche

El PSOE llevó este martes al Congreso de los Diputados la propuesta del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de reducir la tasa máxima de alcohol al volante de 0,5 a 0,2 gramos de alcohol por litro en sangre. «Tenemos la responsabilidad moral de actuar porque estamos hablando de familias destrozadas por accidentes provocados por el alcohol», afirmó el diputado socialista Manuel Arribas, encargado de presentar la proposición no de ley. «Pónganse en el lugar de todas esas madres que un día reciben la llamada de un hospital para decirles que un conductor ebrio ha matado a su hijo», exhortó Arribas, que recordó que el alcohol está presente en un 29% de los siniestros mortales.

La proposición no de ley del PSOE, que no llegó a votarse, se encontró con las críticas del PP y de Vox. Para los populares, la medida anunciada por Marlaska es insuficiente y debe acompañarse de otras, como «más campañas de concienciación, estrategias para conductores reincidentes o el proyecto 'alcolock'», un dispositivo que impide que el coche arranque si el conductor supera las tasas establecidas.

Mucho más duro fue Vox, que acusó a los socialistas de «no querer salvar vida, sino restringir derechos y demonizar el instrumento que mayor independencia y autonomía ha dado a los españoles desde que a finales de los años 50 naciera el 600». «Quieren prohibir el coche con la excusa del alcohol y se les está viendo el plumero», señaló el diputado de Vox Ángel López.

En su propuesta, el PSOE argumenta que la tasa 0,2 permitiría «superar la idea extendida de que un consumo moderado es aceptable y solo los excesos están prohibidos». Además, mostraría un mensaje «claro y contundente», en línea con las campañas de la DGT («la única tasa segura es 0,0»), y acabaría con los problemas de comunicación que, a su juicio, supone «tener normas diferenciadas para conductores noveles y profesionales».

Finalmente, los socialistas subrayan que Noruega y Suecia, «líderes mundiales en seguridad vial», han establecido una tasa de 0,2. «Noruega tiene 21 fallecidos por millón de habitantes; España tiene 36», subrayó el socialista Arribas.

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