Un pitbull muerde a un niño de dos años en Granada: «Podía haberlo matado»

Daniel padre y Daniel hijo paseaban con su mascota sobre las 18.10 horas cerca del IES Aricel cuando se cruzaron con otra familia, formada por un hombre, un «pitbull o american stanford blanco y negro», una mujer y una niña. Sin esperarlo, vieron al animal correr hacia ellos, según consta en la denuncia, a la que ha tenido acceso este periódico. Arrastraba la correa, por lo que deducen que se le pudo escapar de las manos al dueño, pero no llevaba bozal. «Se acercaba con actitud muy agresiva. Mi pareja cogió a nuestro hijo y nuestro perro en brazos y se dio la vuelta. Esperaba que le atacara a él, pero saltó y agarró al niño de la pierna. Lo zarandeaba y no lo soltaba», cuenta la madre angustiada.

El susto fue mayúsculo; cualquier decisión podía salvarle o empeorar la situación. Daniel padre dejó al niño y a su mascota en el suelo para centrarse en el perro agresor. Lo cogió del collar con fuerza hasta que, de la presión, soltó la pierna de su hijo. Entonces llegó el dueño. Según declaran en la denuncia, el padre, asustado por la gran cantidad de sangre que brotaba de la extremidad del pequeño, no pudo identificar al propietario. Se dirigió rápidamente al Hospital Materno Infantil de Granada para que le curaran las heridas a Daniel. «Estaba desangrándose», señala la madre.

El dueño, detallan, se ofreció a llevarlos al médico, pero no lo vieron necesario, ya que en su vehículo propio tienen la silla del niño y era más idóneo. «Mi pareja pensaba que él iría detrás de ellos en el coche, preocupado, que es lo que nosotros hubiéramos hecho, pero no. Le perdieron la pista», lamenta. Por su parte, Daniel hijo recibió varios puntos de sutura en la herida. También presentaba «hematomas y rajas».

El pequeño no ha podido ir al colegio este lunes. Está «muy dolorido», con la pierna vendada y sin poder andar. «No llegó a tocarle el músculo, pero tiene mucha inflamación. Lo pasó fatal», cuenta María. Un día después del desagradable episodio, piensa en otros posibles escenarios. «Podía haberle pillado la cara, el cuello o la barriga y haberlo matado», critica. Además, les corroe la incertidumbre de no saber si el perro está vacunado. «Los médicos nos lo preguntan por si puede tener más secuelas que desconozcamos y no tenemos la respuesta, ya que no localizamos al dueño», argumenta. En este sentido, han iniciado una campaña en redes sociales para dar con él.