Un pescador desaparecido en Cantabria al caer al mar cuando largaba las redes

Llevaba enrolado en él cuatro años, tal y como ha explicado a pie de un muelle de San Vicente de Barquera el patrón, absolutamente destrozado. «Tengo 37 años, llevo 23 años en la mar y lo último que esperaba era vivir una desgracia así», ha indicado antes de romper a llorar. A su llegada a puerto, han procedido a descargar la pesca que tenían en sus bodegas, 3.000 kilos de bocarte, antes de dejar amarrado el barco. El patrón ha acudido a declarar ante la Guardia Civil.

Todo apunta a que en la maniobra de largado del arte el pesador ha sido arrastrado por la propia red, posiblemente al ser trabado por uno de los plomos. El suceso ha ocurrido con numerosos barcos en las inmediaciones, donde estaban inmersos en plena costera del bocarte. Uno de ellos, el laredano Nuevo Virgen Poderosa, salió a las diez de la noche de su base y se encontraba casi al lado. Su patrón, Alberto Martínez Incera 'Berto', aún conmocionado por lo vivido, ha reaccionado de inmediato dando aviso del siniestro. «Estábamos a treinta metros del barco. Él iba largando y yo estaba al costado. He visto lo que ocurría, y enseguida el patrón ha dado aviso por el canal 69 de ¡hombre al agua!».

Enseguida el Novo Xoel ha parado máquinas y ha iniciado una búsqueda desesperada del tripulante. La embarcación laredana ha facilitado una cámara submarina para revisar la parte inferior del barco y ver si el pescador se hubiese podido haber quedado trabado en el arte. Pero no han dado con él.

La hipótesis más probable es que el pescador haya podido ir hacia el fondo, lastrado por el plomo de la red con la que se ha precipitado. «Llevaban largados no más de cincuenta metros, de los 600 metros que puede tener este arte. Ha sido muy mala suerte», lamentaba Berto. La embarcación Novo Xoel ha puesto rumbo a tierra. Varias embarcaciones de Salvamento Marítimo han sido movilizadas y se dirigen al lugar del suceso. En el momento del percance, había mar de fondo de un metro y calma chicha. El Novo Xoel había salido de Santoña a las siete de la mañana de este lunes.

El Centro de Salvamento Marítimo de Santander ha asumido la coordinación del operativo de búsqueda del tripulante desaparecido. Para ello ha movilizado la embarcación Salvamar Deneb, el buque Alonso Chaves y el helicóptero Helimer 202. El operativo también está integrado por las patrulleras de la Guardia Civil Río Aller y Río Guadalete. El buque hospital Esperanza del Mar, del Instituto Social de la Marina. Y el helicóptero del 112 de Protección Civil de Cantabria. Está previsto que se incorpore a las operaciones un avión Sasemar para realizar vuelos de reconocimiento.

Con el barco ya en puerto, buzos del GEAS de la Guardia Civil se han sumergido pasado el mediodía para inspeccionar la nave y verificar que no había ningún indicio de que el casco hubiera podido impactar con el tripulante. A su regreso a superficie han certificado la ausencia de pruebas al respecto. «Limpio», han indicado a sus compañeros que les aguardaban fuera del agua. La lancha se ha reintegrado al operativo de búsqueda en la zona del siniestro. Se espera que puedan inspeccionar dicho entorno, con la esperanza de poder localizar algún rastro del pescador desaparecido, a partir de la constatación de que llevaba puesto el chaleco salvavidas, lo que podría haber evitado que cayese hasta el fondo marino. Hasta el puerto de San Vicente se ha acercado el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco.

Este accidente se produce apenas veinte días después del hundimiento del Vilaboa Uno, sucedido el 3 de abril a seis millas de la costa de Cabo Mayor, en el que hubo tres fallecidos -uno aún sigue desaparecido- y se pudo rescatar a siete supervivientes.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha lamentado este suceso en el que «una vez más la mar se lleva a una persona». «Llevamos una racha terrible de accidentes en la mar. La mar es muy complicada», ha indicado en declaraciones a la prensa durante una visita al puerto de Santander, señalando el amplio dispositivo de búsqueda puesto en marcha para intentar localizar al pescador, algo que «no es fácil».