La pandemia daña la habilidad lectora de los niños españoles

Era una sospecha extendida, pero ahora ya es una certeza. El impacto de la pandemia en el sistema educativo, con los cierres de colegios, primero, y las cuarentenas y limitaciones al normal desarrollo de las clases, después, ha dañado el ritmo y la calidad del aprendizaje.

Los alumnos españoles han empeorado su capacidad de comprensión lectora, su habilidad para interpretar, cuestionar y aplicar la información que leen, según el informe Pirls, el estudio internacional que cada cinco años mide la evolución de esta competencia entre los alumnos de cuarto de primaria (9 y 10 años) con pruebas específicas en colegios de casi 60 países.

En el Pirls 2021, el chequeo impulsado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo (IEA), participaron unos 10.000 escolares de buena parte de las autonomías españolas (unos 140.000 en todo el planeta). Es la primera auditoría educativa global tras la covid y apunta los daños que podrían repetirse en pocos meses en otros informes internacionales, como Pisa, que mide los conocimientos a los 15 años y que se publicará en diciembre.

Los escolares españoles de 9 y 10 años han recibido una calificación media en comprensión lectora de 521. Son siete puntos menos que en 2016 y el primer retroceso desde que España se sumó en 2006 al proyecto Pirls. Es una puntuación mediana, unos 20 puntos por debajo de los estados de la OCDE, pero el retroceso es idéntico al de la media de los países más avanzados, que sufrieron un empeoramiento generalizado por la pandemia.

De hecho, España es uno de los socios europeos que mejor parado ha salido del potente impacto del coronavirus sobre las escuelas. Si los estudiantes españoles han bajado siete puntos en el ranking de Pirls los de la UE han caído once de media, con algunos retrocesos sonados como los de Finlandia (-17), Países Bajos (-18) o Alemania (-13) y con batacazos como el de Eslovenia (-23 puntos) o Letonia (-30).

Los expertos consideran que el mejor comportamiento de España que sus socios se debe a que fue uno de los países del continente que menos días cerró las escuelas en lo más crudo de la pandemia, 45 días lectivos en total frente a los 221 de Letonia o los 181 de Polonia. Han calculado que cada día de cierre de aulas se tradujo en una caída de 0,11 puntos de la nota de comprensión lectora, lo que en España explicaría por sí solo la pérdida de cinco de los siete puntos, un 71% del empeoramiento. El mejor comportamiento de España ha permitido reducir la brecha con la media de la UE en cuatro puntos, pero aún sigue otros siete por debajo (528).

Prueba del retroceso mundial generalizado es que hace cinco años había 17 países que tenían una nota de comprensión lectora superior a 550 (la línea que marca el rendimiento alto) y hoy solo superan ese listón cinco. Solo tres países, Noruega, Irlanda y Malta, tienen una mejora significativa de la calificación. El resto ha retrocedido. La covid ha truncado una tendencia de 15 años de mejora mayoritaria y continuada.

Los mejores resultados los tienen las dos Irlandas -con 577 puntos Eire y 566 el Ulster-, seguidas de Inglaterra (558) y Croacia (557). Los cuatro primeros sacan una ventaja media a los alumnos españoles de entre 39 y 53 puntos, lo que equivale a entre un curso y curso y medio de esta materia.

La caída de la nota española se explica por un aumento significativo de los alumnos con bajo o muy bajo rendimiento en comprensión lectora -cinco puntos más en conjunto- y a un descenso de tres puntos de los alumnos con habilidades altas. No obstante, son empeoramientos idénticos y en los mismos grupos que los detectados en la UE y la OCDE. El mejor comportamiento de España se ha traducido en que no pierda alumnos del grupo más brillante, los avanzados, que aún así es dos puntos menos numeroso que en los países europeos.

Pero Pirls no solo chequea la calidad de la lectura. También recoge datos de capacidades por sexo y por estatus sociocultural y del funcionamiento del sistema educativo de cada país. En estos otros apartados los colegios españoles y el sistema han salido bastante bien parados.

España es el país con menor brecha de género en lectura en el mundo, lo que apunta a una educación igualitaria. En los países de la UE las alumnas de 9 y 10 años le sacan de media 11 puntos a sus compañeros y si se mira al conjunto de la OCDE la ventaja es de 13 puntos. En España la distancia se reduce a dos puntos. La quinta parte que en el continente y la sexta parte que en los países más avanzados. La brecha es tan baja que se considera «no significativa».

La segunda fortaleza es que el sistema educativo español es uno de los más equitativos e integradores del mundo, porque las diferencias de riqueza o de preparación académica de las familias se notan menos en el rendimiento del alumno. La distancia de nota en lectura entre los hogares más favorecidos y los menos es de 62 puntos, la tercera más baja del planeta tras Eslovenia y Letonia (60 y 61). En Francia la brecha sociocultural es de 86 puntos de media y en Turquía llega a 122.

Los profesores españoles de primaria son los docentes con más alto grado de satisfacción con el ejercicio de su profesión de todo el estudio. Ocho de cada diez dicen estar «muy satisfechos», más de 30 puntos por encima de la media, que en la UE es el 50% y en la OCDE el 51%.

El cuarto elemento positivo de las escuelas españolas es que el 73% de los alumnos de cuarto de primaria se sienten queridos e integrados en el centro y en su comunidad educativa. Son los cuartos del informe que declaran tener un mayor sentido de pertenencia a su colegio, 15 puntos más que la media.

La quinta fortaleza es que España es el segundo país, tras Irlanda, en el que más porcentaje de alumnos ingresa en primaria teniendo ya habilidades de lectura y escritura, un elemento clave para avanzar luego en comprensión lectora. Tiene estas habilidades la mitad de los que llegan a primaria, el doble que en la UE y en la OCDE. Esta ventaja tiene mucho que ver con la altísima proporción de matriculados en el segundo ciclo de Educación Infantil, que roza el 100% de la franja de edad.

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