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El Día Internacional de la Mujer llena este miércoles de morado calles y plazas de todos los puntos de España para reivindicar la lucha feminista y celebrar, a su vez, los derechos ya conseguidos de un movimiento que ha llegado a este 8 de marzo ... más dividido que nunca. Una brecha entre feministas debido, principalmente, por la ley trans aprobada por el Gobierno.
La visible y notable imagen de separación que hay en el propio seno del Gobierno tras la votación de este martes en el Congreso de la reforma de la ley del 'solo sí es sí' y el boicot que ha sufrido el acto institucional del Ministerio de Igualdad presidido por Irene Montero en Madrid choca con la imagen de unidad que han mostrado este miércoles los movimientos feministas de algunas ciudades. Es el caso del movimiento feminista de Bilbao, donde más de 2.000 estudiantes han marchado en unidad en favor de los derechos de las mujeres.
Aunque será esta tarde cuando la ola morada tome más protagonismo en las calles, al estar convocadas las principales manifestaciones, en Madrid también ha salido esta mañana los estudiantes reclamando «vaciar las aulas» y llenar las calles en la huelga estudiantes feminista. Convocados por el Sindicado de Estudiantes y 'Libres y combativas', el movimiento feminista ha clamado contra los derechos de las mujeres y en contra de la reforma de la ley del 'solo sí es sí' propuesta por el PSOE y ya en tramitación en el Congreso de los Diputados gracias al apoyo del Partido Popular.
Es por lo que la fractura sí que es protagonista en la capital. En vez de haber una manifestación principal, los madrileños han escogido entre dos marchas. Una convocada por la Comisión del 8M de Madrid, próxima a Unidas Podemos y a la que han acudido, entre otras, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la convocada por el Movimiento Feminista de Madrid, más afín al Partido Socialista y contrario a la ley trans aprobada por el Gobierno.
Las dos han partido desde Atocha, lo que ha provocado, en un primer momento, la confusión entre los asistentes, que no sabían desde que punto salía la concentración en la que querían participar.
La misma situación de división se ha vivido en Barcelona. En la ciudad condal, donde una marcha a primera hora de la mañana ha provocado seis kilómetros de retenciones a la entrada de la ciudad, y hasta un atropello, las feministas abolicionistas se han concentrado contra la prostitución, la pornografía, los vientres de alquiler y la ley trans, al margen del resto del movimiento.
A la par, pero a pocos metros, el movimiento estudiantil marchaba por las principales calles de la ciudad, dejando así patente el ambiente de división que se vive en el movimiento feminista.
Pero no solo ha sido en la capital catalana donde se han producido las escenas de reivindicación. En Girona, miles de vecinos y vecinas han tomado las calles por la tarde bajo la Coordinadora de Feminismes Anticapitalista.
En Valencia también han salido miles de personas ya a primera hora de la mañana, coincidiendo con las Fallas, miles de estudiantes, convocadas por la asociación Lliures i Combatives y el Sindicat d'Estudiants, bajo el lema «8M. Vaga Estudiantil Feminista. Ens continuen matant i violant!!».
No obstante, el movimiento feminista valenciano se ha dividido para la marcha de la tarde. La unidad de la mañana acabó horas después tras haberse convocado dos manifestaciones con recorridos diferentes.
Además, la marcha se produce coincidiendo con las Fallas, por lo que se ha vivido una imagen curiosa. La fallera mayor de Valencia, Laura Mengó ha realizado con el brazo una señal de empoderamiento desde el balcón del Ayuntamiento durante el disparo de la mascletá.
En Andalucía sí que ha prevalecido la unidad del movimiento feminista en la mayoría de capitales de provincia. Las jóvenes de Málaga, Granada, Córdoba o Huelva han recorrido sus ciudades para reclamar el fin de la «desigualdad entre hombres y mujeres, que basta ya de brecha salarial, de precariedad, y, especialmente, que basta ya de violencia machista y de violencia sexual».
No obstante, en Sevilla sí que se ha mostrado la división del movimiento al haber dos concentraciones que han recorrido las calles de la capital andaluza.
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