Más de 1,2 millones de luminarias hacen brillar The Sphere de noche y de día. MSG

Ocio redondo en Las Vegas con sello aragonés

The Sphere | ·

Un equipo de técnicos liderado por el zaragozano Miguel Fontgivell es el artífice del auditorio esférico más grande del mundo

Izaskun Errazti

Sábado, 4 de noviembre 2023, 13:07

Ni las fuentes del hotel Bellagio con sus 1,200 chorros de agua bailando al ritmo de 30 canciones diferentes, ni la réplica a media escala de la Torre Eiffel de París. Otra atracción reina ahora en Las Vegas, una experiencia de realidad virtual sin ... gafas y con sello español conocida como The Sphere. Con una altura de 112 metros -la Estatua de la Libertad cabe en su interior- y un ancho de 157, se presenta como la estructura esférica más grande del mundo. Su teatro en forma de cuenco contiene la pantalla led envolvente de mayor resolución del planeta, con 173 millones de píxeles, que parte del suelo hasta alcanzar los 76 metros de altura. Y otra pantalla de 54.000 metros cuadrados de superficie, equivalente a casi ocho campos de fútbol, ilumina por completo su cubierta exterior,

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Son sólo algunas de las cifras de récord de la sala de eventos con la que Jim Dolan, presidente ejecutivo del Madison Square Garden (MSG) y propietario de los New York Knicks, había soñado y que dos empresas con sede en Zaragoza, la filial española de Saco Technologies y Oboria Digital, han hecho posible. Fue Populous, un estudio de arquitectura especializado en estadios deportivos, el encargado de levantar el imponente edificio de última generación, valorado en más de 2.165 millones de euros. Y el equipo de arquitectos, ingenieros e informáticos liderado por el maño Miguel Fontgivell el que se ha ocupado de hacerlo brillar, de noche y de día, con más de 1.200.000 luminarias en pleno corazón de la capital de Nevada.

Hace apenas un mes, la banda irlandesa U2 abrió la mastodóntica esfera en un acto inaugural plagado de celebridades: Oprah Winfrey, LeBron James, Matt Damon, Andre Agassi, Josh Duhamel, Oscar de la Hoya, Dakota Fanning y Orlando Bloom, entre otros, estaban allí. «¡Qué alfombra tan elegante!», manifestó Bono al pisar el escenario que acogerá hasta diciembre su concierto en residencia UV Achtung Baby Live at Sphere, con entradas que oscilan entre los 259 y los 465 euros. Y hasta felicitó al propietario de MSG, al que tachó de «bastardo loco» por promover un edificio único, inmersivo 360 grados, del que todo el mundo habla. Quizá no contaba con que, por una vez, algo iba a llamar más la atención que sus evoluciones sobre las tablas, porque durante su actuación los espectadores no pararon de grabar el techo que se abría sobre sus cabezas, como quedó patente en los cientos de vídeos difundidos por las redes sociales.

2.165 millones de euros

ha costado el nuevo auditorio promovido por el Madison Square Garden (MSG) en Las Vegas.

Dice Fontgivell que era consciente de que el proyecto que le ha mantenido ocupado durante los últimos cinco años y medio «era singular, de envergadura». Pero antes, él y su equipo, compuesto por una treintena de expertos, ya se habían embarcado en otras aventuras «muy peculiares», como la increíble pantalla led del Burj Khalifa de Dubái, el edificio más alto del mundo, que parece sacado de un cuento de 'Las mil y una noches'. Sin embargo, ninguno de sus trabajos había tenido tanta repercusión. «En este caso creo que se han dado múltiples cuestiones. Al final, todo lo que se hace en Estados Unidos tiene siempre mucho más impacto mediático que en otros lugares. Además, hemos creado un espacio de entretenimiento, con lo que se ha dado la tormenta perfecta», señala.

La pantalla exterior tiene 54.000 metros cuadrados. MSG

Siete billones de impactos en las redes sociales desde la inauguración y el hecho de que las acciones de MSG subieran un 15% apenas tres días después dan cuenta de la expectación que ha generado el auditorio esférico de Las Vegas, que se sostiene sobre 2.700 toneladas de acero, cuenta con un sistema de audio compuesto por 164.000 altavoces e incorpora tecnologías 4D multisensoriales en la sala.

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Pero la joya de la corona, la pantalla led de 128K de resolución, se cocinó en un local de la calle Coso de la capital maña, donde el equipo de Fontgivell tiene su cuartel general. «Prácticamente la mitad del tiempo invertido en el proyecto fue de investigación, innovación y desarrollo, para entender un poco las reglas del juego. Después llegaron las pruebas, los prototipos y la validación», explica este arquitecto de 42 años que lidera una plantilla compuesta por igual número de hombres y mujeres. «Una suerte del destino, porque las mujeres suelen ser muy minoritarias en el ámbito tecnológico. No hemos buscado la paridad, ha surgido así y estamos encantados», celebra.

El cuartel general no se toca

Lo único que echa en falta el artífice de The Sphere es gente de otros países en su equipo. «Tenemos un solo extranjero, un palestino, y es una pena, porque contar con personas de otras nacionalidades enriquece muchísimo». La razón está clara «y tiene que ver con el hecho de que estemos en Zaragoza», admite. Y eso que oportunidades para trasladar su cuartel general no les han faltado, «sobre todo a Norteamérica y a Canadá. Pero tampoco me metí en esto para hacerme rico. Me gusta lo que hago y con quien lo hago. Lo pasamos bien, y aquí seguiremos mientras nos dejen», advierte Fontgivell. Así que, «aunque hace falta voluntad y es complejo», Oboria Digital y Saco Technologies seguirán iluminando edificios emblemáticos en todo el mundo desde su sede española. «Talento hay en todas partes, pero es verdad que resulta más difícil encontrarlo en lugares más pequeños, con menos población. Además, nuestros clientes ni siquiera están en España, con lo cual pagas un peaje, pero sarna con gusto no pica», señala.

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18.000 espectadores sentados,

20.000 de pie, tienen cabida en el inmueble, que acogerá espectáculos en vivo.

El arquitecto zaragozano admite que desde que se encendió la esfera el teléfono de su despacho no ha parado de sonar, y que ya tienen algo entre manos, «que con suerte será más grande» que lo que han hecho hasta ahora. Pero no será en España, una espìnita que tiene clavada. «Europa es muy humanista en el ejercicio de la arquitectura, Italia y España,sobre todo. Y si miras a nuestro país, todavía más Pamplona, donde yo estudié», apunta. De ahí que proyectos como el de Las Vegas tengan encaje en Norteamérica, el sudeste asiático..., donde ya se ejecutan desde hace años. «Esto que hacemos de arquitectura, iluminación artística, espectáulo y demás, encaja en estos países. No hacemos viviendas, no hacemos hospitales. Hacemos algo muy especial que en realidad nadie necesita. Si llega la crisis, te golpea más duro», zanja el CEO de Oboria Digital.

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