Secciones
Servicios
Destacamos
Unos 9,4 millones de personas, un 19% de la población española, están afectados por la exclusión social, lo que significa tres puntos porcentuales más y dos millones de personas más que antes de irrumpiera la Gran Recesión de 2007, según un avance de resultados ... del IX Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en España de la Fundación FOESSA, vinculada a Cáritas.
Además, el número de personas en exclusión social severa continúa al alza, con un incremento del 28% con relación de 2007, hasta alcanzar a 4,3 millones de personas en nuestro país, 1,4 millones más que antes del hundimiento económico. Por el contrario, las situaciones de integración plena, que abarca a 22 millones de personas, han descendido un 8% y se encuentran ahora más lejos de llegar a la mitad de la población española (45%).
«Se hace necesario volver la vista a la situación anterior a la Gran Recesión de 2007, pues los efectos de las crisis de la covid y su recuperación no deben enmascarar que, como sociedad, hemos sido incapaces de superar las consecuencias que originó la crisis financiera que tuvo lugar hace más de una década y que, aun entonces, había familias y personas cuyas condiciones de vida no eran adecuadas», aseguró la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiró. La dirigente de la ONG resaltó el carácter estructural de la pobreza, preexistente a la crisis, y la incapacidad de la economía y de las políticas para romper el círculo vicioso de la exclusión social.
A la luz de la encuesta, en la que han participado 12.500 hogares en todo el país, hay «dos tendencias preocupantes»: la reducción del 51% en 2018 al 45% en 2024 de las personas que tienen una integración plena en la sociedad, es decir, que no tienen ningún rasgo de exclusión social. El informe revela que se ha producido «un engrosamiento de las situaciones severas de la exclusión social», que pasa del 6% en el año 2007 al 9% en la actualidad.
El secretario técnico de la Fundación FOESSA, Raúl Flores, sostuvo que un análisis más exhaustivo de la exclusión social severa genera una preocupación añadida. Y es que el 94% de las personas en esta tesitura acumulan problemas en tres o más de las ocho dimensiones que analiza la encuesta, es decir, factores que atañen al empleo, el consumo, la salud, la vivienda o la educación, entre otras.
No todos los aspectos de la exclusión social han registrado la misma tendencia. La exclusión residencial ha sido uno de los que más ha empeorado. Los problemas relacionados con la vivienda afectan hoy de una forma u otra a uno de cada cuatro hogares, pero esa proporción se dispara a nueve de cada diez si se tienen en cuanto a los perjudicados por la exclusión social severa.
El trabajo desvela que más de 4,6 millones de hogares sufren dificultades concernientes al acceso y el mantenimiento de la vivienda. El sobreesfuerzo por los costes de la vivienda se cierne ahora sobre 6,8 millones de personas (14,1% de la población), 1,7 puntos porcentuales más que en 2018 y 8,9 puntos porcentuales más que en 2007, momento en el que los gastos excesivos alcanzaban al 5,2% de las personas.
El 20% de los hogares con menor renta dedican hoy en día más del 70% de sus ingresos al pago del alquiler de su vivienda. «Si hacemos una mirada retrospectiva, el desembolso era del 48% en 2007, lo que significa que el esfuerzo en el pago de la vivienda de las familias con menos recursos se ha incrementado casi un 50% en este periodo», adujo Raúl Flores. Cuando se tiene la vivienda en propiedad, ya sea pagada o con pagos pendientes, el riesgo de exclusión cae al 8% de la población, pero aumenta hasta el 30% para las familias que pagan un alquiler y hasta el 59% en el caso de los hogares con tenencia en precario (cedida, realquilada, ocupada o con aviso de desahucio).
«Al profundizar en esta cuestión, se hace obvio que el esfuerzo que las familias realizan para el pago y mantenimiento de la vivienda como necesidad básica para la vida no ha dejado de incrementarse en los últimos años. La proporción del presupuesto familiar dedicado a pagar la vivienda sigue creciendo, y es una realidad que afecta tanto a la compra como al alquiler, aunque con consecuencias especialmente más negativas para las personas que viven alquilando», apuntó Raúl Flores.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los Reyes, en el estand de Cantabria en Fitur
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.