Más de 400 mujeres fueron liberadas de mafias de explotación sexual en 2019

La explotación sexual no es el único objetivo de las mafias, de modo que la policía rescató a otras 428 mujeres de las tramas de explotación laboral que las trajeron a España y cercó a las mafias que fuerzan a otras personas a delinquir o ejercer la mendicidad y obligan a muchas niñas a contraer matrimonios forzados.

Se calcula que más de 4,3 millones de niños desempeñan trabajos forzados en el mundo y que muchos son víctimas de trata. Un problema que se ceba con las mujeres explotadas sexualmente. Solo en España organizaciones como APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida) atiende y rescata cada año a 1.500 víctimas de trata de más de 50 nacionalidades. Para combatirla reclaman esa ley integral que demandaron de nuevo ayer al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que visitó un centro madrileño de APRAMP en el Día Mundial contra la Trata de personas, instituido por Naciones Unidas en 2013.

El ministro analizó con los responsables del centro la situación de las víctimas y abogó por reforzar la colaboración policial con las asociaciones que combaten la trata. «Cuando son liberadas de las garras de estas organizaciones criminales, debemos facilitarles los recursos necesarios para que puedan recuperar su vida y su dignidad, y asociaciones como APRAMP nos ayudan a identificar a las mujeres atrapadas por estas redes», dijo.

«Sin coordinación institucional en la lucha contra la trata, es difícil acabar con este grave delito que vulnera todos los derechos fundamentales de mujeres y niñas esclavizadas en España» coincidió la presidenta de la asociación, Rocío Nieto. «Pero también hay que perseguir. Si no lo hacemos sus victimarios ganan», dijo.

Grande-Marlaska escuchó a algunas de la víctimas de trata amparadas por APRAMP. Sus testimonios «son un elemento valioso para impulsar futuras normas, protocolos o planes de prevención y persecución de la trata de seres humanos», dijo el ministro. Insistió en la necesidad de estrechar las relaciones de las unidades policiales especializadas con organizaciones como APRAMP para prestar ayuda «rápida y efectiva» y que las víctimas «puedan emprender una nueva vida».

El estado de alarma cambió las dinámicas criminales y agravó la situación de las víctimas más vulnerables, como las atrapadas en pisos y burdeles que cerraron sus puertas pero no cesaron su actividad. Policía y Guardia Civil realizaron en esos días 133 operaciones contra grupos organizados detuvieron a 196 traficantes de seres humanos y liberaron a 215 víctimas, pero APRAMP ha perdido en ese periodo al 70% de las mujeres que atendía.

La crisis de la covid-19 y el confinamiento disparó también los riesgos para los menores que confinados están más expuestos a la explotación sexual 'online'. Según el Grupo de Coordinación Interinstitucional contra la Trata de Personas de Naciones Unidas, los niños son el 28% del total de víctimas de trata (20% niñas y 8% de niños). Nieto destacó que, el 65% de las mujeres atendidas por APRAMP dice que entró a España siendo menores. «Si no se las protege, seguirán esclavizadas en nuestras calles, polígonos industriales y pisos particulares», dijo. «Necesitamos indicadores comunes y fiables que identifiquen la esclavitud que se esconde tras la trata. Es fundamental una ley integral que garantice la reparación del daño desde una perspectiva profesional y dote de instrumentos eficaces a las Fuerzas de Seguridad y a los jueces para perseguir el delito, y desarrolle medidas de prevención y educación», concluyó.

El ministro espera que esa ley en la que trabaja el Gobierno tenga «alcance». Confirmo Marlaska que su departamento trabaja además en un nuevo Plan contra la trata de personas, enmarcado en la Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional en 2019. «Está ya muy avanzado y esperamos que pronto salga», aseguró.