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Laura Velasco
Granada
Viernes, 12 de abril 2024, 09:03
«Estamos en el hospital, nos ha pasado algo que no desearíamos a nadie. Han asaltado la tienda, nos han golpeado, nos han puesto un cuchillo en el cuello, iban a matarnos. A Fernanda la han violado siete tíos, hijos de puta». Así comenzaba el ... vídeo en el que Vicente y Fernanda, una pareja de motoristas viajeros, relataban la traumática experiencia vivida durante una noche para olvidar en la India. El suceso, ocurrido hace un mes, dio la vuelta al mundo y los autores de la agresión sexual fueron detenidos a los pocos días. Ellos decidieron seguir con el viaje, pero hace unas semanas regresaron a España, concretamente a Granada, donde han residido durante años. Aquí, en su remanso de paz, cogen fuerzas antes de embarcarse en una nueva aventura.
Vicente es valenciano; Fernanda, brasileña, aunque está vinculada a España desde hace nueve años. Juntos forman un tándem irrompible, conocido en Instagram como @vueltaalmundoenmoto, aunque la cuenta con más repercusión es la de ella, @fernanda.4ever, con más de millón y medio de seguidores. En redes sociales muestran impresionantes paisajes y divertidas anécdotas, pero también han transmitido la oscuridad de la agresión. «Lo que pasó fue muy fuerte, nadie está preparado para sufrir una violación en primera persona o conocer a alguien a quien le pase», detallan a este diario.
Fernanda no quiere recordar, pero a veces le vienen a la mente imágenes del ataque. Él se despertaba con pesadillas hasta hace poco, no podía controlarlo. «Tenemos muchos momentos tristes, pero estamos aprovechando la segunda oportunidad que nos ha dado la vida. Estamos bien de ánimo, somos muy fuertes y no nos hemos planteado dejar de viajar», explican.
La pareja fue asaltada cuando pasaba la noche en una tienda de campaña en el estado de Jharkhand. Los atacantes «se turnaron» para agredir sexualmente a Fernanda y golpear a Vicente en el que fue, sin duda, el peor día de su vida. «Alguna vez habíamos pensado que nos podían robar, pero jamás que pasaría esto», insisten. Los primeros policías que encontraron tras lo ocurrido les dijeron que habían escogido «un mal sitio para acampar», sugiriendo que había sido su culpa. «Si no llegamos a denunciarlo públicamente no hubiera habido tanta movilización para detenerlos, directamente nos hubieran mandado a casa», lamentan. Pasaron aquella noche en el hospital, donde los periodistas comenzaron a agolparse en la puerta. El revuelo mediático había comenzado.
Después de lo ocurrido, la pareja continuó su viaje por tres motivos. El primero, porque tenían que sacar la moto del país, les iba a caducar el permiso. En segundo lugar, querían huir del revuelo mediático originado en España. Por último, se agarraron a la idea de que la inmensa mayoría de ciudadanos de los países que han visitado son «buena gente», así que continuaron su ruta por Nepal. «Nos paraban para decirnos que estuviéramos tranquilos, que no nos pasaría nada. Hasta la policía nos dio el número de emergencias en la frontera por si lo necesitábamos», admiten. En redes sociales, cientos de ciudadanos del país les dejaron el mismo mensaje: «Sorry from India -lo siento desde la India-». Esa es la premisa que recalcan: siempre se han sentido seguros.
Además del traumático episodio del ataque, después tuvieron que enfrentarse a los comentarios de quienes les recriminaban no estar suficientemente tristes. Sobre todo Fernanda, a la que llegaron a acusar de haberse inventado el suceso. «Se dice que las mujeres tenemos que ser empoderadas, pero si afrontas algo así con fortaleza, ya no gusta tanto. Para que sea verdad parece que tienes que intentar suicidarte tres veces, si no, te lo has inventado. Lo peor es cuando las propias mujeres son las que te dicen que te ven demasiado entera para haber sufrido eso», resalta la brasileña.
Aún así, la mayoría de comentarios fueron de apoyo. «Me han escrito muchísimas chicas dándome las gracias por visibilizar este tema, que parece tabú. En la India hay quienes se tienen que casar con sus violadores, no está bien visto que se denuncie, así que decían que mi fortaleza les había inspirado», señala Fernanda.
Hace tres semanas regresaron a España, donde cogen fuerzas para sus próximos viajes, que financian gracias a su trabajo en redes sociales. En unos días volarán a Brasil, después a Marruecos y, de nuevo, a Nepal -allí dejaron sus motos, así que retomarán la ruta-. En Granada tienen su apartamento, su refugio, donde estos días descansan. Es una ciudad perfecta para ellos en todos los sentidos. «Es preciosa y, además, tiene el tamaño perfecto, el clima, la comida, la gente… Dicen que aquí hay malafollá, pero no lo hemos comprobado», bromean. En Granada han encontrado la paz que necesitan para seguir su camino por el mundo.
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