La juez decreta seis meses de internamiento para el menor de 15 años por el asesinato de su madre adoptiva en Cantabria

En un auto dictado esta tarde, la magistrada ha adoptado esta decisión, prorrogable por otros tres meses, por la «presunta comisión» de un delito de asesinato. El menor será internado en el Centro Socio-Educativo Juvenil de Parayas.

Tras su detención de madrugada, el menor ha pasado este mediodía a disposición de la Fiscalía de Menores, donde ha sido explorado por el equipo técnico adscrito al Juzgado de Menores, que ha emitido un informe.

Después, la Fiscalía le ha tomado declaración y a continuación ha solicitado al Juzgado la adopción de una medida cautelar de internamiento. Los dos hijos de la mujer encontrada muerta anoche en un garaje de Castro Urdiales fueron detenidos esta madrugada como presuntos autores del crimen. El mayor tiene 15 años y su hermano, 13, por lo que es inimputable (menor de 14 años). Ambos son adoptados, de un país de Europa del Este, y están escolarizados en el colegio Menéndez Pelayo, en La Loma. La Guardia Civil los estuvo buscando unas cinco horas hasta que, pasadas las dos de la madrugada, fueron localizados escondidos en los acantilados del parque Cotolino de la localidad.

Según ha podido saber este periódico, los menores llamaron anoche a su abuela, que vive en un chalé contiguo, para contarle que «los habían secuestrado» y fue ella la que dio aviso a la Guardia Civil, que al trasladarse a la vivienda localizó el cadáver de la mujer. El cuerpo fue encontrado en el asiento de atrás dentro de un coche con una bolsa en la cabeza, con golpes y una cuchillada en el cuello, en el garaje de la vivienda familiar, situada en una urbanización de la calle Monte Cerredo. La fallecida es Silvia López Gayubas, vecina de Castro de 48 años de edad.

Desde el primer momento agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local desplegaron un importante dispositivo para encontrar a sus hijos, que estaban desaparecidos, posiblemente secuestrados, de ser cierto el mensaje que le dieron a su abuela antes de desconectar el móvil. Se establecieron en plena noche controles en distintos puntos de la localidad en lo que, en esos primeros momentos, se sospechaba que pudiera tratarse de un crimen de violencia de género, aunque enseguida se descartó esta posibilidad. El padre de los menores estaba trabajando en el turno de noche de una empresa metalúrgica en el País Vasco. Cuando lo llamaron para avisarle de lo ocurrido «no se lo creía, está destrozado», según fuentes de la investigación.

Fueron momentos de gran confusión. Hubo controles por toda la localidad y se movilizaron recursos policiales y una ambulancia de la DYA. Sobre las once de la noche los controles para encontrar a los hijos alcanzaban ya las principales arterias y todas las entradas y salidas de Castro. Se abrían los maleteros de los coches que pasaban, se buscó incluso en los contenedores.

La hipótesis del secuestro se desvaneció pasadas las horas. Sobre las dos de la madrugada los dos hermanos fueron localizados en el parque Cotolino. Estaban escondidos en la zona de los acantilados. Uno de ellos fue detenido allí mismo y el otro trató de escapar corriendo, ocultándose en el bosque. Fue interceptado a los pocos minutos. Los hermanos no confesaron la autoría del crimen a la Guardia Civil.

A primera hora de este jueves la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, confirmaba que los dos chicos habían sido detenidos a las 02.15 horas como sospechosos de haber dado muerte a su madre. El mayor, de 15 años, fue 'formalmente' detenido y el pequeño, de 13, quedó bajo la custodia de la Guardia Civil mientras se instruían las diligencias. Ambos fueron trasladados ya de madrugada a la Comandancia del instituto armado, en Santander.

Por la mañana, el de 13 años ingresó en un centro de protección de menores a instancias del fiscal y el mayor está a la espera de pasar a disposición de la Fiscalía de Menores. Una vez que lo haga será sometido a una exploración psicosocial antes de que el fiscal le tome declaración y emita un informe sobre las circunstancias familiares, psicológicas y educativas del menor. Con todos esos datos, el fiscal decidirá si solicita para él una medida cautelar. Si así fuera, se haría ante el Juez de Menores que deberá resolver la petición.

Se sabe que no existen denuncias previas ni había indicios de que existieran problemas de violencia en esta familia.