Mueren 202 personas en las carreteras durante un verano «raro y especial»

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que presentó este jueves los datos de siniestralidad del verano en las vías interurbanas, subrayó que tras la pandemia «este país no se podría permitir ni un muerto más». Ante las cifras de la Dirección General de Tráfico, observó que «no son buenas», pero reconoció que «teníamos una cierta preocupación porque la pandemia, el estado de alarma y el confinamiento tuvieran un reflejo en una conducción impulsiva y por consiguiente un aumento de la accidentalidad, pero los datos de este verano parecen indicar que la conducción se ha normalizado, aunque no podamos bajar la guardia».

En todo caso, según el titular de Interior, el verano «ha estado marcado por la covid», no solo en los desplazmientos por dentro de España, sino en las fronteras, donde el tráfico disminuyó también un 25%, Pese a todo, 202 personas murieron y otras 821 tuvieron que ser hopitalizadas al resultar heridas en esos 185 accidentes. Esto representa el verano con menor mortalidad en las carreras españolas en la serie histórica de la DGT. Cabe recordar las 904 personas que fallecieron en accidentes durante el verano de 2000.

Por tipo de vía, 153 personas perecieron en las carreteras convencionales, lo que suponen tres víctimas mortales más que el verano pasado. Mientras que en autopistas y autovías murieron 49 personas, 16 menos que en 2019. Por vehículos, la DGT confirma una disminución de los fallecidos en todos los medios, pero observa una tendencia alcista durante los últimos años entre los llamados usuarios vulnerables -peatones, ciclistas y motoristas, que pasaron de ser el 30% en 2010 al 42% este verano. Grande-Marlaska incidió varias ocasiones sobre este colectivo para recordar que estarán muy presentes en las medidas que recoja la reforma del Reglamento de Circulación y de la Ley de Seguridad Vial cuyo trámite de consulta pública tenga lugar antes de fin de año.

Durante este verano «raro y especial» -segun dijo el director general de Tráfico, Pere Navarro-, la siniestralidad se ha cebado en los más jóvenes. Los fallecidos han descendido en todos los grupos de edad excepto entre 15 y 24 años que han pasado de 23 el año pasado a 38 fallecidos (+15). Grande-Markasca comparó este dato con lo que está ocurriendo en el aumento entre la juventud en los contagios de la covid-19, por el virus, mientras que los adultos parecen concienciarse en las medidas preventivas. Por ello recordó a los más jóvenes que la «seguridad vial y la salud nos conciernen a todos».

El titular de Interior destacó como causas de los siniestros los «despistes» unidos a los excesos de velocidad, el uso del teléfono, el consumo de alcohol y la ingesta de drogas. También subrayó que 28 de los fallecidos en turismos y furgonetas no hacía uso del cinturón de seguridad; dos ciclistas no llevaban el casco; ni tampoco lo utilizaban el conductor de un ciclomotor ni el de una motocicleta.

En referencia al balance de la siniestralidad en un «año extraño con el estado de alarma y el confinamiento», Grande-Marlaska destacó a 31 de agosto que 543 personas han fallecido a consecuencia de la «violencia vial» en vías interurbanas, un 23% menos que en la misma fecha de 2019. Así detalló que durante el estado de alarma (del 15 de marzo al 21 de junio) los fallecidos por accidente de tráfico se redujeron en un 59% respecto al año anterior con 170 fallecidos menos, pero que desde el levantamiento del estado de alarma del 22 de junio al 31 de agosto las víctimas mortales por accidente de tráfico sólo disminuyeron un 4%.