Muere el hombre que saltó de un cuarto piso tras acuchillar a sus padres en Bilbao

Conocido en el barrio por sus continuos problemas con la justicia y por la «mala vida» que le da a sus progenitores, saltó por el balcón de un cuarto piso después de permanecer tres horas atrincherado tras acuchillar a los ancianos. Ambos fueron trasladados al hospital de Basurto con cortes superficiales y que no hacían temer por su vida. Horas antes, se había despeñado con el coche desde una cuarta planta, a unos doce metros de altura, en el parking del aeropuerto. En esta ocasión salió ileso.

Todo empezó sobre las doce del mediodía. Diego, conocido como Coto, se encontraba en la terminal del Aeropuerto de Bilbao al volante del 'Toyota' blanco con el que su padre había ejercido de taxista hasta que se jubiló. Él había heredado la licencia, pero, según detallaba el presidente de Radiotaxi, Borja Musons, en la televisión pública vasca, «la había desperdiciado» y llevaba unos diez años inactiva. Sólo la utilizó durante doce meses. El vehículo aún mantenía la placa de servicio público. «Tuvo problemas con algunos compañeros por mal comportamiento y amenazas. No estaba muy bien. Solicitó la baja por motivos de salud y hasta hoy», declaró Musons.

Por causas que se desconocen, el coche derribó una valla del estacionamiento del aeropuerto y se precipitó desde la cuarta planta cuando intentaba bajar un piso en dirección hacia la salida. Tras el brutal impacto, el hombre salió del vehículo por su propio pie, un poco desorientado, pero no dejó que nadie se le acercara y se marchó abandonando allí el coche accidentado.

Desde el aeropuerto se desplazó a Bilbao, concretamente a la casa en la que vivía con sus padres, de edad avanzada, en el barrio donde se ha criado. El hombre, que ha tenido problemas con las drogas y ha sido padre recientemente, la tomó entonces con los padres. «Les ha hecho la vida imposible», lamentaban algunos vecinos que le conocen desde niño. Al hombre le provocó un corte en el cuello y otro en la muñeca y a la mujer, heridas por todo el cuerpo. Aterrorizados por el estado agresivo en el que se encontraba su hijo, el matrimonio mayor salió de la vivienda y buscó refugio en el piso de unos vecinos, desde donde llamaron al 112.

Una patrulla de la Policía Municipal de Bilbao, los primeros en llegar al inmueble, bloquearon la puerta de la vivienda para evitar que saliera. Los dos heridos fueron atendidos por sanitarios de sendas ambulancias de la red de Osakidetza y trasladados al hospital de Basurto. Por fortuna, su vida no corría peligro. El individuo se asomó por el balcón de la vivienda y amenazó con tirarse, aunque después se metió para adentro y ya no volvió a salir hasta tres horas después.

En este tiempo, se desplegó un impresionante operativo policial, en el que participaron también Bomberos, que colocaron dos colchonetas antisuicidios gigantes en la acera. Agentes especializados estaban preparados para irrumpir en la vivienda. Negociadores de la Ertzaintza intentaban entablar conversación con el atrincherado para que depusiera su actitud, aunque mostraba signos de sufrir problemas mentales.

Alrededor de las seis y veinte de la tarde, cuando la Ertzaintza iba a entrar al piso, Diego P.C. saltó por el balcón y cayó sobre el lateral de un colchón, que amortiguó el golpe, aunque tuvo que ser evacuado de inmediato en ambulancia a Basurto con un collarín.