Meryl Streep: «Soy adicta a la actuación. Es una manera maravillosa de vivir»

Lo mismo ocurrió con otros títulos que conforman su brillante carrera interpretativa. Hubo un inicio para ella: «Me remonto al pleistoceno para hablar de esto, mi familia siempre apoyó mi vocación», afirmó antes de dejar claro que lo suyo siempre estuvo ahí: «Yo no decidí ser actriz, a los tres años ya sabía que quería serlo». Luego llegó la inspiración de su profesora de música, los estudios en la universidad, la formación en Arte Dramático y el deseo de convertirse en abogada medioambiental que finalmente se fue al traste por una razón de peso: «Había que hacer un examen muy difícil y me quedé dormida y no lo hice». Pese a que la preocupación medioambiental aún le acompaña, no le pesa aquel inoportuno y bienaventurado sueño que le llevó a cumplir el deseo de la niña que adoraba las películas de los años cuarenta y cincuenta, a actrices como Carol Lombard y Katharine Hepburn, y descubrir el inmenso placer de ser otros seres humanos: «La emoción del cine es poder perderte en el personaje, abandonarte a la ficción», aseguró. Recordó su primer papel en 'Julia', con Vanessa Redgrave y Jane Fonda, pero subrayó que fue en 'Kramer contra Kramer' cuando se enamoró del cine irremediablemente.

Nunca en ese viaje profesional y vital pensó en tirar la toalla. Siempre creyó que podía porque su madre se lo dejó claro cuando aún era muy joven: «Cuando yo era una adolescente, el mundo tenía expectativas diferentes para las mujeres, muy pocas eran empresarias, abogadas o doctoras, la profesiones a las que podían aspirar eran a ser enfermeras, maestras o secretarias, no podían elegir, pero yo tenía una madre fuerte y optimista que me dijo 'puedes hacer lo que te propongas», relató. Y agregó: «Cuando alguien te dice que eres capaz es maravilloso. Yo me lo creí».

Se lo creyó y se lo curró. Eligiendo papeles diferentes, buscando transmitir y emocionar, pero sin que dar lecciones sea un objetivo en sí mismo. «Busco que lo estoy haciendo sea algo verdadero, y que alguien se identifique ahí fuera». Y eso la llevado a dejarse atrapar por personajes que tienen algo de inspirador, que tienen algo que aportar. En cada uno cabe una pregunta: «¿Esto puede ayudar al mundo o estoy proyectando veneno».

En cualquier caso, la ficción es ficción, y la realidad es realidad, por mucho que los personajes públicos tengan una responsabilidad que ella asume como mujer comprometida que es. Pero lo suyo es la interpretación, con un proceso que empieza con la lectura del guion (ojo, que advierte que hay muchos muy malos en este hoy nuestro) y no tiene por qué haberlo acabado para que ocurra el milagro: «Si hay un momento en el que me palpita el corazón rápidamente es que está tocando algo verdadero, es como un bip, una campanilla». Ahí sabe que el papel vale la pena. No desveló cuál será el próximo más allá de que posiblemente continúe en la serie 'Solo asesinatos en el edificio'.

Sí sabe qué necesita un personaje para atraparla: «Me interesan los contradictorios, aquellos que nos sorprenden, los de mujeres complicadas, inconformistas, espinosas, con múltiples dimensiones». Le gustan esos roles del 'noir' con una belleza misteriosa. Una vez elegidos, se trabajan y luego en el set puede surgir la belleza máxima: «Piensas en cómo tiene que ser, pero a veces el set te sorprende, nunca sabemos lo que va a salir», apunta la actriz. No se deja atrapar por sus personajes Meryl Streep, que confesó esta mañana ante los jóvenes que suele dejárselos en el plató tras el rodaje. «Soy madre de cuatro hijos, mi vida doméstica no me permitía perderme en la ficción», afirmó.

Fue generosa en sus respuestas la actriz. Y lo fue muy especialmente con los maestros. Su hermano Harry, que la acompaña en Oviedo, lo es en Nueva York. «Hacéis un trabajo de dioses», les dijo a los docentes presentes en el acto de institutos de toda Asturias y recordó también a Claire Callahan, la profesora de música que marcó su camino.

No se quedó tampoco corta en elogios hacia sus compañeros de palmarés en este 2023 de los Premios Princesa de Asturias: «Cuando veo a las personas que comparten premio conmigo me apetece hacer las maletas e irme a casa. Son héroes».