Luis Vega (Madrid, 1960) es uno de los más importantes matemáticos españoles. Licenciado en la Complutense de Madrid y Doctor por la Autónoma, es catedrático en la Universidad del País Vasco desde 1995. Ha impartido clases en Santa Bárbara, París, Pisa y Washington, forma parte ... de numerosos comités científicos y es miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y la Sociedad Estadounidense de Matemáticas. Recientemente ha sido elegido miembro de Jakiunde, la Academia Vasca de Ciencias, Artes y Letras. Ha dirigido el Basque Center for Applied Mathematics, al que sigue ligado, y ha ganado premios tan relevantes como el Euskadi de Investigación, el Nacional Julio Rey Pastor y la Medalla de la Real Sociedad Matemática Española.
- Los resultados de los informes PISA en Matemáticas son malos. ¿Qué papel tienen las matemáticas en nuestro mundo?
- Han de ser uno de los pilares de la formación. Un pilar que debe ser sólido porque sobre él se construyen muchas cosas, pero también flexible para adaptarse a los cambios. Nunca ha sido fácil explicar las matemáticas y cada vez menos. ¿Para qué sirven? Ayudan a razonar, ordenan las ideas en la cabeza, promueven la capacidad crítica y fomentan la creatividad.
- Las cifras de matrículas en Matemáticas y Estadística registraron un pico hace treinta años, luego una notable caída y ahora una recuperación aunque sin llegar a cifras anteriores. ¿Estamos también ante una cuestión de modas?
- El pico en las matrículas se dio a comienzos de los noventa y creo que fue por razones demográficas. El mínimo absoluto fue a comienzos de siglo y hubo centros a punto de cerrar. Ahí se vio el papel de las universidades públicas, que aguantaron la caída y permanecieron. Luego algo antes de 2010 empezó una subida. Aún estamos ahí, pero no tengo nada claro cuánto va a durar. De lo que sí estoy convencido es de que parte de nuestros alumnos actuales habría ido hace unos años a alguna ingeniería.
- Vivimos en un mundo en que el 98% de los ciudadanos no hace 'a mano' ni una operación. ¿Qué consecuencias puede tener eso?
- A priori, no es bueno. Tampoco sé si es necesariamente malo si a cambio existen otras actividades que te obligan a hacer ese ejercicio mental. Hay una serie de ejercicios básicos que sería bueno mantener en la escuela, aunque fuera de otra manera. Quizá no la memorización de la tabla del siete pero sí algo equivalente. Y desde luego, saber qué hace la calculadora y en qué consiste la operación, aunque nadie haga a mano una división larga.
Cálculo
- El utilitarismo se impone en ciertos sectores de la enseñanza. Se considera necesario enseñar a cocinar en la escuela pero no ciertas operaciones matemáticas o filosofía...
- Estoy en contra de eso. Yo era un buen estudiante y me gustaba la filosofía. Hay partes de la educación que consisten en el manejo de conceptos abstractos y no sé si eso se consigue aprendiendo solo a hacer cosas útiles. Pensar que todo lo aplicado te dará una formación integral no es un acierto.
Fraude con el chatgpt
«Quizá ha llegado el momento de pedir que los trabajos de clase vuelvan a hacerse a mano»
- Hay planes para reducir aún más el aprendizaje de operaciones básicas, como la regla de tres. ¿Qué le parece?
- Aprender una regla de tres, que está en la base de un porcentaje, es básico. El problema es que se convierta en algo mecánico y no se sepa la razón. Uno de los oficios más difíciles es el de profesor, porque debes adaptarte a un mundo en el que hay mucha información en internet.
- Hay un evidente recorte de la capacidad de atención que parece mayor en los más jóvenes. ¿Cómo afecta a la enseñanza de las matemáticas?
- Ciertos ejercicios de matemáticas que se hacían en los colegios ayudan a mantener la concentración. El gran reto de las matemáticas es cómo enseñarlas. En la Universidad se nota menos ese problema, pero también se observa una menor atención. En parte, es consecuencia de circunstancias externas. Lo estamos viendo en lo que sucede con el ChatGPT. Quizá haya llegado el momento de pedir que se vuelvan a hacer los trabajos a mano. Así al menos se garantiza que mientras copian algo van aprendiendo.
- Hablemos del sexo de los estudiantes. Pese a las campañas para fomentar la formación científica de las chicas, hoy proporcionalmente hay menos estudiando Matemáticas que hace treinta años. ¿Qué ha pasado?
- En efecto. Cuando yo estudiaba el grupo estaba en torno al 50%. Creo que ahora hay una expectativa profesional diferente.
- ¿Y eso cómo influye?
- El 60% de los graduados en Matemáticas no sigue una carrera académica. Antes ese porcentaje era menor. No sé por qué eso resulta más atractivo para los hombres, pero lo cierto es que ahora la enseñanza tiene muchos competidores. Google, Microsoft, IBM, Apple... contratan matemáticos, incluso para hacer matemática pura.
Demanda profesional
«El 60% de los graduados en Matemáticas no sigue una carrera académica»
- ¿Qué consecuencias tiene que menos graduados quieran dedicarse a la enseñanza?
- El de la falta de vocaciones es un problema muy serio en todos los niveles de la enseñanza. No solo sucede aquí. En Francia, que es el paraíso de los matemáticos, los resultados de PISA tampoco son buenos. Una generación debe transmitir a la siguiente el conocimiento adquirido y no podemos dar por hecho que eso vaya a ocurrir necesariamente. Se están buscando soluciones, lo sé, pero es un problema de gran magnitud.
- Hablaba antes de grandes empresas que contratan matemáticos. A priori, parece que deberían contratar más ingenieros...
- Son empresas que quieren gente que esté cómoda con las matemáticas en un sentido amplio. La formación matemática de un ingeniero graduado hoy es inferior a la de uno de hace unos cuantos años. Es cierto que hace unas décadas las matemáticas se usaban como filtro en las carreras de Ingeniería, y luego llegaron a la conclusión de que no era preciso. Sin duda, ahora tenemos alumnos que hace unos años se habrían ido a Ingeniería.
- Volvamos un momento al tema de las mujeres. Hay menos alumnas pero tampoco en la cúspide de la carrera parece haber muchas. El premio Julio Rey Pastor solo tiene una en su palmarés.
- En mi generación sí hay algunas mujeres en lo más alto de la carrera universitaria, pero es cierto que sucede lo mismo que en el conjunto de la sociedad.
- En disciplinas sociales y biomédicas, se habla mucho de la necesidad de incorporar una 'perspectiva de género'. ¿Cómo se hace eso en las matemáticas?
- Es algo que se debe tener en cuenta y lo digo en el mejor sentido. Se han instalado algunos 'tics' y eso es medianamente sano. Otra cosa es que a veces no sea eficaz. En las matemáticas y su investigación no hay asuntos de género, claro, pero sí en la formación de equipos, en los jurados, en las tomas de decisión de los grupos científicos y académicos. Y ahí es positivo tenerlo en cuenta.
Futuro
«Muchos dicen que el siglo XXI es el de la aplicación de las matemáticas a las ciencias de la vida»
- En un mundo en el que todo ha de tener una aplicación inmediata, ¿interesan las matemáticas puras o solo las que nos sirven para algo concreto?
- La aplicación de las matemáticas a las cuestiones actuales es un gran revulsivo para la matemática pura. Podríamos decir que la aplicada es el mejor financiador de la pura. Y creo que los tiempos que vienen serán mejores aún para la pura. Ya se usa mucho en el procesamiento del lenguaje natural y en el de las imágenes. Un ejemplo: Google se basa en un teorema de principios del siglo XX.
Vocaciones
- Durante siglos, muchos grandes pensadores y artistas eran muy aficionados a las matemáticas. ¿Sigue sucediendo?
- El abanico se ha abierto tanto que es muy difícil seguir la pista. Pero me preocupa mucho la figura del profesor de Bachillerato que hizo una carrera brillante en Matemáticas y tiene solidez y entusiasmo para transmitir sus conocimientos. No está claro que esa gente siga existiendo y sería una pena que desaparezca. Es fundamental saber despertar el interés por las matemáticas, por el juego que va de lo concreto a lo abstracto... Si no se hace, será muy difícil conseguir vocaciones por las matemáticas. Por eso digo que uno de los grandes retos es que las hagamos atractivas a los jóvenes, y eso es una tarea social.
- ¿Queda mucho por descubrir en la matemática pura?
- Queda mucho y además ahora la capacidad computacional es muy grande, lo que permite adentrarse en otros terrenos. Muchos dicen que el siglo XXI es el de las matemáticas en las Ciencias de la Vida. Por eso los retos para las matemáticas puras son incluso mayores. Algunos de los retos clásicos se han resuelto y otros no, pero no paran de aparecer nuevos.
- ¿Habla de esos enigmas famosos, como el del último teorema de Fermat, que tanto juego han dado en la literatura y el cine?
- De esos quedan como una decena por resolver. Su resolución ha implicado siempre avances fundamentales e insospechados en el momento que se formularon.El de Fermat tardó más de 300 años en resolverse. Pero eso corresponde a una manera de entender las matemáticas que tiende a situarlas en una torre de marfil. Otra es asentarlas en el mundo real. Y en ese mundo, los algoritmos conducen a tomar decisiones a partir de bases de datos que en algunas situaciones pueden estar sesgadas. Eso sí que son problemas de ahora, como los retos de la neurociencia.En ese caso, las matemáticas tienen el reto de buscar el orden en el desorden, algo para lo que son muy eficaces.
Enseñanza
«La falta de vocaciones es un problema muy serio en todos los niveles»
- ¿En qué ámbitos de la vida cotidiana sería interesante un mayor uso de las mismas?
- Lo primero sería darnos cuenta de que igual que se corrige a un niño cuando no habla bien, debería hacerse cuando no opera bien. Las matemáticas te ayudan a tomar decisiones en la vida diaria. El caso más evidente es cuando vas al banco a negociar un crédito o hacer una inversión. En la vida cotidiana se toman decisiones complejas en las que las matemáticas resultan muy útiles. Por eso no puedo entender a algunos personajes públicos que se jactan de no saber matemáticas. No lo harían si se refirieran a comprender un texto literario.
- Ha hablado del caso más evidente relacionado con el dinero. Dígame algún otro.
- También enseñan a leer y valorar una información estadística. Y no olvidemos que ahora disponemos de unos programas de traducción de lenguas que han mejorado muchísimo en gran medida gracias a las matemáticas. Quizá lo más importante es que ayudan a desarrollar el sentido común. Y miden cuánto tienes que asustarte ante un cambio que llega.
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