«He matado a mi madre»

Fue sobre las 22.25 horas de ayer cuando la Guardia Civil recibió el aviso del 112 Extremadura. Algo grave estaba pasando en la vivienda situada en el número 29 de la calle 2 de mayo. Varios vecinos del municipio -de unos 650 habitantes- dieron la voz de alarma a través de llamadas a la centralita de Emergencias.

«Lo hicieron sus amigos, los tres que acompañaron a Kiko hasta la casa», relata Isabel Ramos, una vecina que vive también en la calle 2 de mayo y que esta mañana se afanaba por eliminar el rastro de sangre que el presunto homicida dejó a lo largo de la calle. «Salió corriendo por aquí y llamó por teléfono a su mejor amigo; le dijo: 'He matado a mi madre' y él y otros dos amigos más vinieron y le acompañaron a su casa y vieron lo que había ocurrido».

Estaban en La Huella, el bar situado a escasos metros del número 29 de la calle 2 de mayo, donde anoche tuvo lugar el trágico suceso en el que Semi perdió la vida a consecuencia supuestamente de los golpes con un cayado que le propinó su hijo. No había nadie más en ese momento en la casa. «Vivían solos desde que el padre falleció hace unos dos años más o menos», explican Juan Campos y Vicente Ginés, otros vecinos de Semi que también viven desde ayer con tristeza lo ocurrido.

En realidad, como todo el pueblo. «Es una noticia terrible, un golpe muy duro para Holguera, todos estamos consternados, era una familia muy querida», resume la alcaldesa, Josefina Calvo.

«Semi era muy buena», dice Isabel. «Tenemos una pena muy grande», afirma la mujer. «Su hijo también era bueno, lo que ocurre es que tenía problemas mentales desde que tuvo un accidente cuando era chico, pero en la calle, con los vecinos, siempre ha mantenido una relación correcta y cordial», añade Juan.

Victoria y Anselmo, panaderos ya jubilados de Holguera, recuerdan como si fuera ayer el accidente de Kiko. «Tenía entonces 7 u 8 años, estaba jugando en la calle y le atropelló un coche; el conductor le recogió del suelo y le cogió en brazos», detallan. «Cuando nos vio se cayó de rodillas, no podía más por la pena que tenía». Anselmo fue quien cogió entonces al niño. «Parecía que estaba muerto, pensamos que no iba a sobrevivir». Le llevó sujetándole la cabeza hasta el Hospital de Plasencia. Después le trasladaron a Salamanca y el pequeño sobrevivió.

«Pero ya nunca fue el mismo», asegura el matrimonio sin apenas poder contener las lágrimas. Las secuelas físicas y mentales que ese accidente le dejó han marcado desde entonces la vida de Kiko. «Estaba medicado, tenía un tratamiento para la enfermedad que padecía, pero a veces pues estaba más nervioso, sufría algún brote», dicen los vecinos.

Eso creen que debió ocurrir la noche del domingo. «Llevaba unos días un poco más nervioso, al parecer tenía problemas para renovar un carné, pero nadie podía imaginar esta tragedia», reconocen Juan y Vicente. Aunque, como ellos, otros vecinos de Holguera aseguran que no era la primera vez que kiko sufría un brote de agresividad. «Cuando vivía su padre, se escuchaban las broncas desde la calle, y también que había más que palabras, que el chico en algún momento le llegó a agredir», explican. «Pero la madre le llevaba mejor o eso parecía; de hecho, al menos en la calle, el hijo estaba pendiente de ella».

Kiko no tenía un trabajo estable. «Tenía estudios, hizo Geografía e Historia en Salamanca, porque a pesar de las secuelas, era un chico inteligente, pero después no encontró trabajo en lo suyo». Aunque ha seguido formándose. «Ha hecho cursos y ha tenido trabajos dependientes del ayuntamiento; al menos estuvo un año en la biblioteca».

Forofo del Real Madrid, siempre ha vivido en Holguera con sus padres. «Tiene dos hermanos mayores, uno reside en Plasencia y la otra en Barcelona, pero él se quedó aquí, con sus padres primero y con su madre después». Hasta que anoche acabó con su vida presuntamente, salió de casa, bajó corriendo la calle, llamó a sus amigos y les contó qué había hecho.

El equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil instruye diligencias por un supuesto delito de homicidio doloso. El cadáver de Semi permanece en el Instituto Anatómico Forense de Cáceres, donde le será practicada la autopsia, y Kiko continúa desde anoche en la Comandancia de la capital cacereña. Probablemente no será hasta mañana cuando pase a disposición judicial para prestar declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Coria, de guardia en el momento de los hechos.

El Ayuntamiento de Holguera ha declarado tres días de luto oficial. Desde este lunes hasta las 24 horas del día 25 las banderas ondearán a media asta.