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Luis Alberto Calvo Sáez (Valladolid, 1963) apenas descansa desde que el pasado 14 de marzo se declarara el estado de alarma. «Estamos trabajando hasta la noche porque hay que asegurar la inocuidad de los alimentos», afirma este veterinario, presidente de la Organización Colegial Veterinaria ... Española. Hoy, es su día mundial.
-¿Cómo ha trastocado la pandemia el sector?
-Pues como a toda la sociedad española, se ha paralizado una gran parte del trabajo. Desde el punto de vista de las clínicas veterinarias, se han donado muchos respiradores, muchos ventiladores y material fungible para hospitales y para UCIs y ahora estamos con la circunstancia de que no tenemos disponibilidad de mascarillas, ni de batas, ni de guantes. Es una situación un poco dramática.
-¿Se acuerda de los problemas que tenía el sector antes de la pandemia?
-(Sonríe). Con esto del coronavirus, ya nadie piensa en las reivindicaciones. Nosotros lo que queremos es la integración de pleno derecho en la cartera de servicios básicos del Sistema Nacional de Salud, tener opción a cualquiera de las especialidades dentro del sistema, que nos excluyen continuamente, y que las clínicas, por ejemplo, estén incluidas como centros sanitarios, porque aunque la veterinaria sí que está considera como una profesión sanitaria, las clínicas veterinarias no están consideradas como centros sanitarios. Ligado a esto, pedimos la eliminación o reducción del IVA al 21%, al que está sometido el trato sanitario de los animales de compañía. Me parece un poco desproporcionado, injusto y sobre todo una competencia desleal porque el resto de profesiones sanitarias no tienen IVA.
-Ustedes han ofrecido al Gobierno su ayuda para luchar contra el Covid-19.
-No han contado con nosotros. Pero tampoco han contado con ningún colegio sanitario, ni siquiera los de médicos, farmacéuticos, dentistas, enfermeros, podólogos o fisioterapeutas. A ninguno se nos ha pedido opinión. Yo de lo que me quejaba, y así se lo he dicho abiertamente al ministro de Sanidad, es de que no haya ningún veterinario, pero no porque yo sea veterinario, sino porque en ese grupo de expertos no hay alguien que tenga una visión más prevencionista. Nosotros no nos dedicamos tanto a lo asistencial, que es lo que hacen médicos y enfermeros, perfectamente, con la especie humana. Nosotros nos dedicamos fundamentalmente a prevenir y tratar epidemias, somos expertos en ello y estamos más que acostumbrados. A nadie se le ocurre dejar entrar en una granja de cerdos, en un periodo de sanidad total, a un coche si no se desinfectan las ruedas y los bajos y todas las personas tienen que desinfectar sus zapatos y, en muchas granjas, hasta cambiarse de ropa. En un hospital de infecciosas esa visión no se tiene y tu entras y sales tan ricamente. Puedes entrar sin ninguna infección y salir con mil y ese punto de vista la parte asistencial del sistema sanitario pues no la tiene, pero es que a lo mejor no la tiene que tener. Nosotros, en cambio, la llevamos totalmente inculcada en nuestro ADN, nos enseñan a tratar con poblaciones. Si ahora nos surge un caso de fiebre aftosa, sabemos lo que se tiene que hacer, lo aislamos y tomamos medidas de protección. Inmovilizamos la zona del foco y organizamos el resto de zonas: la primera zona periférica sin infección pero con alto riesgo, la siguiente con bajo riesgo y finalmente la zona libre. Así se combate una pandemia. De la forma en la que lo estamos haciendo, como no sabemos, pues yo estimo que se está haciendo mal porque lo que nos van contando no tiene nada que ver con lo que va sucediendo. Lo que veo ahora es que no se está gestionando nada bien y se está haciendo de forma muy desacertada.
-Resulta curioso que no tengan en cuenta su labor.
-Es que a nosotros no nos importa en absoluto que una ternera enferme en una granja, lo que nos importa es que enfermen todas, lo que queremos es proteger al colectivo. Y lo que hacemos inmediatamente es aislarla y tratarla. Si tiene tratamiento nosotros tenemos una ventaja y es que no necesitamos llevar el tratamiento hasta el final porque puede ir a sacrificio. Por eso tenemos calendarios de vacunación estrictos y sobre todo grandes medidas de bioseguridad. En una clínica veterinaria cuando alguien lleva un perro tenemos tan inculcado el tema preventivo que siempre el veterinario va a preguntar si la mascota esta vacunada. Piense que hay enfermedades tan dramaticas y tan graves como la rabia que hay que prevenirlas porque luego no tienen ningún tratamiento y causan una mortalidad del 100%.
-¿A qué cree que se debe la negativa del Gobierno?
-No lo sé, pero no quiero pensar que obedezca a razones políticas, porque parece ser que pesan más ya las intenciones y los programas políticos que las necesidades sanitarias. Eso sería gravísimo. Ojalá sea por desconocimiento y que no sea nada intencionado porque le está costando la vida a muchísimas personas.
-Han constituido un grupo de trabajo sobre el Covid-19. ¿Cuál va a ser su labor?
-La intención es seguir la evolución de la pandemia, tratar de poner soluciones y estar preparados para cualquier contingencia. Todo ello teniendo en cuenta el enfoque 'One Health', que no distingue entre la salud de las personas, las de los animales y la del medio ambiente. Por ejemplo, que haya proliferado mucho la fauna silvestre puede ser un motivo de contagio y de infección. Siempre que se dedican muchos recursos a un pilar como la salud pública, no puede quedar cojo otro y que se dejen de hacer saneamientos y que de repente aparezca un foco de tuberculosis. Imagínese, los médicos se volverían locos.
-¿Han aumentado las consultas de ganaderos y de dueños de mascotas a raíz del coronavirus?
-No. Hay noticias de animales infectados y sí que pregunta la gente, pero en líneas generales el volumen de consultas ha disminuido muchísimo. Inicialmente se empezaron atendiendo solo urgencias y después consultas muy justificadas y ya, cada vez más, consultas porque hay que tratar de hacer una vida normal y no se puede descuidar una desparasitación de una mascota porque el coronavirus circule porque eso pueede dar pie a una zoonosis de otras enfermedades y eso sería peor.
-¿Qué se sabe de la posibilidad de que el Covid-19 pueda ser transmitido de animal a animal o de animal a ser humano?
-Realmente, ni siquiera el origen es claro. Es un virus que procede del murciélago y todos los estudios científicos invitan a pensar que falta un eslabón intermediario entre el murciélago y el ser humano. Está claro que el virus ha encontrado en el ser humano un modo perfecto para multiplicarse y replicarse. En algunos animales de compañía, que han convivido con personas positivas se ha encontrado el virus y en el caso de los felinos el Covid-19 sí ha sido capaz de replicarse, lo que pasa es que no ha desarrollado clínica o no lo ha hecho de forma muy evidente y no está demostrado que lo puedan contagiar a otros animales o a las personas. Hay un caso probado, en un estudio en China, un trabajo de investigación, aún no ha aprobado, y que es experimental, con cargas infectivas bestiales, como si le dieramos a beber a un gato 5.000 litros de saliva infectada. Nosotros, desde el minuto cero, hemos indicado a los propietarios de las mascotas quetengan unas medidas de higiene extremadas: que se laven antes y después de estar con las mascotas, que no les cojan en brazos y no les hablen a la boca y que tengan unas medidas de bioseguridad mínimas y adecuadas.
-¿Hay motivos para estar preocupado con qué la transmisión cambie?
-Yo diría que no. En principio todos los estudios están desaconsejando que haya una preocupación. Hay que estar alerta, eso sí.
-Se acerca el desconfinamiento progresivo, ¿debe haber algún cuidado especial con las mascotas?
-Nada especial, mas allá de lo que estamos haciendo ahora y que, me temo vamos a estar haciendo durante bastante tiempo. No promover la socialización de los perros, porque, entre otras cosas, no podemos estar con otras personas y mucha higiene, que se laven las manos ocho o diez veces al día y llevar máscarillas.
-¿Les preocupa que con la crisis sanitaria y económica aumente el abandono de animales?
-Sí, eso siempre sucede. Ya con la crisis de la construcción que hemos pasado, hubo animales de renta y de deporte, como caballos y demás, que sufrieron esos problemas de abandono por parte de sus propietarios porque se arruinaron y no tenían para darles de comer. Y sí se pueden dar casos así de extremos con mascotas.
-¿Se les está haciendo el test a las mascotas?
-No, no, porque ahora sería casi cruel el hacer a las mascotas cuando no tenemos ni para nosotros y además está desaconsejado porque no hay una evidencia. El que una mascota sea positiva, como de momento no son capaces de transmitir a las personas, no tendría ninguna significación más que extremar las medidas. Lo que tenemos que diagnosticar muy bien es a los seres humanos.
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