El juez levanta el alejamiento del médico de Colmenar investigado por maltrato a sus hijos

Tanto este doctor del servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón, de 56 años, como su mujer, de 45, se encuentran en libertad provisional después de ser detenidos el pasado 29 de marzo por la Guardia Civil. Su arresto se produjo a raíz de que una de sus hijas alertara en el colegio de presuntos episodios de malos tratos infligidos a manos de su padre tanto hacia ella como a sus hermanos en el domicilio familiar.

Conforme relataron ante los agentes, los niños eran supuestamente «castigados físicamente, estaban malnutridos y dormían arrinconados en varias literas dentro de una habitación» de la vivienda «totalmente insalubre». Los menores, de cuatro a 14 años, contaron que eran agredidos, que faltaban a clase y que recibían un trato degradante de su padre. Incluso las dos hijas mayores confirmaron en el juzgado que fueron agredidas por su padre, aunque exculparon a su madre del aparente maltrato que sufrieron

El titular del Juzgado de Primera Instancia número 4 de Colmenar Viejo, Javier Abella, toma ahora esta decisión después de que la madre de los pequeños haya negado haber sido maltratada frente al testimonio de algunos de sus hijos. En este sentido, una de las chicas manifestó ante el juez que en una ocasión vio a su madre un ojo morado por un supuesto golpe.

Según su resolución, por la que deja sin efecto las medidas cautelares que adoptó contra el acusado el pasado 30 de marzo, la madre de los pequeños señaló ya desde su primera declaración su voluntad de que no hubiera orden de alejamiento de su marido hacia ella. Una petición que en comparecencias posteriores reiteraron tanto su abogada defensora como la propia investigada, según informa Europa Press.

El magistrado argumenta por ello que «de mantenerse la orden de protección en contra de la voluntad de la presunta víctima, esto podría entrar en conflicto con el derecho que toda persona tiene a la autodeterminación consciente y responsable de su propia vida, sin que pueda ser atacado por la intervención de los demás, ni siquiera por los poderes públicos».

Esgrime en ese sentido en el auto judicial que se ha constatado en este caso que «no existe indicios de la existencia de un riesgo objetivo y presente para la víctima, pues de la declaraciones que se han ido tomado, y más allá de construir indicios sobre la comisión delictiva, lo que se ha ido diluyendo es la existencia de un riesgo objetivo y presente para la víctima».

«Lo único que se atisba –añade el magistrado- es, tal vez, una mejor coordinación de ambos investigados en su estrategia defensiva frente al proceso que se cierne frente a ellos por el delito de violencia doméstica» y frente al investigado en cuanto al delito de violencia de género, pero ese no puede ser un argumento para mantener la orden de protección«.

Ante el juez ya han comparecido varios de los menores en este caso, aunque hay nuevos señalamientos para el próximo mes de junio. Todos los hermanos se encuentran ahora juntos en un centro de acogida de la Comunidad de Madrid.