El joven parricida de Elche estaba enganchado a un videojuego

Así se descubrió este viernes la tragedia que ha dejado consternado al municipio alicantino de Elche, un triple crimen perpetrado en una vivienda de la pedanía ilicitana de Algoda y situada en el Cami del Barranc. Tres son las víctimas: un hombre de 50 años, una mujer de 52 y su hijo de 10. Todos son de nacionalidad española

La reacción inmediata de la tía del menor fue telefonear al 092. La Policía Local de Elche acudió al lugar, constató los hechos y el caso quedó ya en manos de la Unidad de Delincuencia Económica y Violenta de la Comisaría de la Policía Nacional en Elche.

Los detalles del terrible triple crimen desprenden una enorme frialdad y brutalidad en el presunto autor. Un castigo por las malas notas del instituto se perfila como el detonante del crimen. En su confesión de los hechos, el menor detalló a los agentes que había discutido dos veces con su progenitora por los malos resultados en la evaluación, la última de ellas a media tarde del martes 8 de febrero.

Según fuentes próximas a la investigación, la madre había decidido retirarle la videoconsola como reprimenda por las malas notas. Al parecer, también le cortó el acceso al wifi en su teléfono móvil. Y la violencia se desató tras el castigo.

El triple crimen tuvo lugar a media tarde del martes. Las mismas fuentes apuntan a que el presunto autor se hizo con una escopeta de caza, al parecer propiedad de su progenitor, y realizó dos disparos a bocajarro que acabaron con la vida de su madre. Murió al instante. Su hermano, de sólo 10 años, acudió corriendo a la habitación en la que se produjo la discusión al escuchar las detonaciones. Otros dos tiros le causaron la muerte.

El padre llegó dos horas después al chalé en el que residía la familia. Estaba trabajando. El adolescente se empleó con especial brutalidad con su progenitor. Otros dos disparos de escopeta y un tercero para rematarlo, según las mismas fuentes policiales.

Cómo actuó después el adolescente es algo que tiene tremendamente sorprendidos y conmocionados a los investigadores. El adolescente habría cargado uno a uno los cadáveres de su familia para trasladarlos hasta un garaje situado junto a la vivienda unifamiliar. Allí apiló los cuerpos uno encima del otro. Y cerró el cobertizo.

Durante tres días hizo vida en el domicilio familiar. Con una inhumana frialdad. Fue ya este viernes 11 de febrero cuando los familiares, alarmados por la falta de noticias de los suyos, acudieron al lugar y se toparon de bruces con el horror.

Cuando los agentes de la Policía Nacional entraron en la casa se encontraron con numerosos restos de sangre. Comprobaron que los cuerpos estaban en el domicilio y se incautaron del arma larga. El menor de 15 años fue detenido, ya por la noche, como presunto autor de tres delitos de asesinato. Después fue trasladado a dependencias policiales, en concreto a un calabozo especial para menores de la Comisaría de la Policía Nacional de Elche. Según han detallado fuentes policiales, allí no puede permanecer más de 24 horas y en breve será puesto a disposición de la Fiscalía de Menores de Alicante.

La alcaldesa pedánea de la Algoda, Antonia Coves, definió a la familia como «muy normal» y aseguró que nada hacía presagiar una tragedia semejante. Así lo expuso en unas declaraciones a TVE. La zona donde se produjo el triple crimen está formada por un grupo de viviendas diseminadas que impidió que los vecinos escucharan algo sospechoso que permitiera dar la voz de alarma.

El matrimonio residía en la vivienda unifamiliar desde que se casaron hace 17 años y el padre cultivaba los campos de la finca. Su primer hijo y presunto parricida cursaba estudios de Secundaria en un instituto ilicitano. Allí no habían detectado en él señales de ser problemático o violento. Un chico aparentemente «normal» en todo.

El Ayuntamiento de Elche ha decretado tres días de luto en memoria de las víctimas del triple crimen. Este sábado se celebró una concentración en la ilicitana plaza de Baix, con tres minutos de silencio. El alcalde de Elche, Carlos González, expresó su «gran tristeza, dolor y preocupación» por lo sucedido. También participó la subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, y responsables de las fuerzas de seguridad.

El caso de Elche es muy semejante, casi calcado, al de José Rabadán, un joven de Murcia que también estaba enganchado a un videojuego, el 'Final Fantasy'. En 2000 se armó con una catana y asesinó a sus padres y a su hermana pequeña. Tenía entonces 17 años y rehizo su vida tras pasar seis en un centro de menores. La historia se repite ahora dramáticamente.